Porciones individuales recoge los mejores relatos cortos de Rodolfo Martínez. Relatos de fantasía, de ciencia ficción y relatos que transitan por un camino indefinido entre ambos géneros, todos ellos con el toque personal de Martínez, todos imbuidos de sus obsesiones personales y su gusto por el mestizaje literario.
Parte de este material apareció en revistas y publicaciones amateurs en los años noventa. Parte ha sido recogido en otras antologías. Y parte de él es inédito. Porciones individuales intenta ser, así, un muestrario equilibrado de la narrativa breve de Martínez:
Intruso: Un narrador llega a un pueblo primitivo y se integra en él. Aunque no del todo.
Hombres de césped: Todos los días ella cruzaba el parque, paraguas en ristre, defendiéndose de una amenaza que nadie más veía.
Con dados marcados: Una máquina del tiempo. Una organización que intenta impedir los cambios en la realidad. Un hombre empeñado en alterarla.
Marcado tres veces: ¿Y si el anticristo fuera un anodino electricista de una ciudad vecina?
Eterno retorno: Atrapado para siempre en el mismo momento del tiempo, repitiendo una y otra vez la misma situación que sólo puede acabar en el desastre.
Todo fluye: Te despiertas. Una y otra vez. Siempre en tu habitación. Pero nunca en ella.
Tarot: Un hombre apuesta sus sueños en una partida de póquer con cartas de Tarot.
Victoria Pírrica: A veces obtienes lo que deseas… pero no como querías.
Aquí, allí, en todas partes: La historia de una obsesión que se termina convirtiendo en una maldición.
Piensa lo que quieras: ¿Y si pudieras leer las mentes e influir sobre ellas?
En territorio ajeno: Un predador encuentrar algo que no es una presa en una ciudad ajena.
Encerrada: Una mujer encerrada en una peculiar institución.
El infierno está donde cuelgas el sombrero: Un hotel en mitad de un desierto y hombre que llega allí sin saber cómo.
Circa l’autore
Candás, 1965
Rodolfo Martínez publica su primer relato en 1987 y no tarda en convertirse en uno de los autores indispensables de la literatura fantástica española, aunque si una característica define su obra es la del mestizaje de géneros, mezclando con engañosa sencillez y sin ningún rubor numerosos registros, desde la ciencia ficción y la fantasía hasta la novela negra y el thriller, consiguiendo que sus obras sean difícilmente encasillables.
Ganador del premio Minotauro con Los sicarios del cielo (ahora en Sportula como Este incómodo ropaje), ha cosechado numerosos galardones a lo largo de su carrera literaria, como el Asturias de Novela, el UPV de relato fantástico y, en varias ocasiones, el Ignotus (en sus categorías de novela, novela corta y cuento).
Su obra holmesiana, compuesta hasta el momento de cuatro libros, ha sido traducida al portugués, al polaco, al turco y al francés y varios de sus relatos han aparecido en publicaciones francesas.
En 2009 y con El adepto de la Reina, inició un nuevo ciclo narrativo en el que conviven elementos de la novela de espías de acción con algunos de los temas y escenarios más característicos de la fantasía.