HQN 231
Enamorarse de un guapo desconocido la misma mañana en que lo vio no era lo que había planeado Abby Miller para su regreso a Seaview Key. Abby había vuelto a su pueblo con la esperanza de recuperar viejas amistades y ayudar a crecer a una comunidad a la que amaba. Sin embargo, acababa de divorciarse y no estaba buscando pareja.
Seth Landry, un soldado retirado del servicio militar, encontró en Seaview Key el lugar perfecto para curar su destrozado corazón. Aunque no quería volver a correr riesgos en el amor, después de rescatar a una bella mujer de morir ahogada todos sus miedos desaparecieron.
Ni Abby ni Seth estaban buscando una relación para siempre, pero el amor, con todo su poder, tenía sus propios tiempos. Y el hecho de arriesgarse para construir un futuro en común puso a prueba el valor de la pareja de un modo que ninguno de los dos hubiera imaginado.
‘En esta historia dulce, a veces divertida y a menudo conmovedora, los personajes están retratados de una forma muy bella, y los lectores querrán… escaparse a Seaview Key’.
RT Book Reviews, sobre Con vistas al mar
Circa l’autore
Cuando se publicó la primera novela de Sherryl Woods en 1982, sus compañeros periodistas dedicaron mucho tiempo a leer los pasajes eróticos que ella había escrito.
Lo que Sherryl replicó fue que esas escenas de amor eróticas no eran el corazón de la novela romántica. Ser romántica es mucho más. ‘Son relaciones profundas y permanentes, cómo encontrar a tu compañero del alma, sobre la familia y el compromiso y, desde luego, sobre el sexo alegre y apasionado’. Después de escribir más de 70 libros, esta prolífica autora sigue pensando lo mismo. Este es el porqué sigue creyendo en este género. Sherryl nació en Arlington, Virginia, se graduó en Periodismo en la Universidad de Ohio y trabajó para varios periódicos cubriendo noticias desde urbanas hasta de entretenimiento. Finalmente se especializó en televisión, y se hizo editora para las televisiones locales de Ohio y Florida. En 1980 dejó su trabajo de editora en TV para escribir libros, pero se encontró de nuevo manos a la obra para coordinar un programa para dar trabajo a ocho mil personas. Dos años después, se publicó su primera novela romántica y las editoriales le reclamaron más. Por 1986 se dedicaba a escribir la jornada completa. Sherryl siente que sus dotes naturales de escribir novela romántica se deben, en parte, a su trabajo anterior. ‘El periodismo me enseñó a ser concisa y clara como escritora, pero también me enseñó a volverme una gran observadora de la naturaleza humana’. Actualmente divide su tiempo entre su casa de la playa en Florida, su casa de verano de la niñez junto al río en Colonial Beach, Virginia, donde trabaja en su propia librería teniendo contacto con las personas que realmente importan, las lectoras.