‘Como todos los austríacos de aquella época, Morstin amaba lo permanente dentro de la constante transformación, lo usual dentro del cambio y lo conocido dentro de lo inusual. De este modo, lo extraño se le hacía familiar sin perder su color; y de este modo, la patria poseía la eterna magia del extranjero’. Escrito en 1935, este breve relato se ocupa de uno de los grandes temas de Joseph Roth: el derrumbe del imperio austro-húngaro tras la Primera Guerra Mundial y los estragos que la pérdida de una patria antigua—simbolizada aquí por el busto del Emperador—causó en la conciencia europea. La concisa y melancólica narración de Roth nos llega hoy cargada de actualidad, y acaba prefigurando cómo la creación de fronteras—geográficas, ideológicas, religiosas o culturales—desemboca en una reducción inquietante del horizonte humano.
‘Una novela corta pero también un mundo: el mundo del imperio austrohúngaro que Roth pinta con caracteres idílicos […] Una joyita deliciosa’.
Miguel García Posada, ABC
‘Delicada joya del cáñamo de Roth’.
Héctor Porto, La Voz de Galicia
‘Una bellísima parábola antinacionalista’.
Javier Alonso Sandoica, ABC
About the author
Joseph Roth (Brody, 1894 - París, 1939). La amarga experiencia del derrumbamiento del mundo de los Habsburgo y sus consecuencias psicológicas, así como la obligada marcha de los judíos de Europa central hacia Occidente, fueron desde el inicio los temas centrales en su obra. En 1933, emigró a Francia, donde murió. Desde entonces es considerado, con creciente unanimidad, como uno de los mayores talentos de nuestro tiempo.