Siempre he tenido una cosa por los policías. No puedo explicarlo. Tal vez es el uniforme o la forma arrogante con la que se mueven, listos para entrar en acción en cualquier momento. Cualquiera que sea la razón, sentiría que mi temperatura se elevaría cuando apareciera un policía. Así es como siempre me sentía en el restaurante cuando Brad entraba.
Trabajaba en el turno del cementerio en Cory”s Diner, así que las cosas estarían bastante tranquilas y solitarias alrededor de la medianoche. Ahí es cuando Brad entraba, se inclinaba cortésmente y se sentaba. ‘Hola, Patsy. Espero que tu noche vaya bien’.
La noche del martes era como cualquier otra noche. Yo estaba aburrida y solitaria hasta que Brad se apareció. Pero mirar su atractivo rostro me trajo a la vida. Podía sentir un escalofrío sobre mi cuerpo mientras caminaba hacia él, mis ojos tímidamente dirigidos al suelo. “Todo va genial, Oficial Taylor.”
Él se rio. “No estás bajo arresto, cariño. Siéntete libre de llamarme Brad.”
Escucharlo llamarme cariño casi hace que me derrita. Casi tiré el lápiz y la libreta de mi mano. “Ohhh, bien, Brad. ¿Quieres lo de siempre esta noche?”
“Sí. Sándwich de atún y jugo de naranja realmente golpearían en el sitio después del día de locos que he tenido.”
Me animé, imaginándolo involucrado en una intensa aventura…