Cuando Julie Hallam decidió aceptar aquel trabajo en Roma y fijar su residencia allí, desde luego desconocía la identidad de su nuevo jefe… Ahora, estaba segura de que Rico Forza no la había contratado por su currículum; era bastante más probable que estuviera buscando venganza…
Ocho años atrás, habían sido deliciosamente felices hasta el día en que Julie se marchó. Desde entonces, ella había mantenido en secreto la razón de su abandono… De cualquier manera y fueran cuales fueran las intenciones de Rico, la atracción que existía entre ellos seguía siendo tan intensa como siempre. Poco a poco, Julie empezó a comprender que, bajo aquel despiadado Rico, seguía vivo el hombre de corazón más tierno que ella había conocido. ¿Sería el momento de contarle la verdad?
About the author
Lucy Gordon nació en Inglaterra, donde vive con su marido italiano. Siempre quiso ser escritora, y empezó trabajando en una revista británica para mujeres. Adquirió una amplia experiencia elaborando sus reportajes.
Ha entrevistado a algunos de los hombres más atractivos e interesantes del mundo, como Warren Beatty, Richard Chamberlain, Charlton Heston, sir Roger Moore o sir Alec Guiness.
Su vida de soltera, recorriendo el mundo y pasándoselo en grande, era tan agradable que dejó el matrimonio, incluso el amor, en un segundo plano. Pero, durante unas vacaciones en Venecia, conoció a un veneciano alto, moreno y apuesto que la hizo cambiar de idea en un abrir y cerrar de ojos y que le declaró su amor al segundo día. Tres meses después, estaban casados… y su matrimonio perdura. Sus amigas le dijeron que un flechazo tan fulminante no duraría, pero hace casi treinta años de eso.
Ahora Lucy asegura ser experta en una materia en particular: los italianos son los hombres más románticos del mundo. También son los mejores cocineros.
Tras trece años trabajando en la revista, Lucy decidió lanzarse a escribir su primera novela. Y poco después dejó su trabajo. Desde entonces, se ha volcado en escribir novelas románticas para Harlequin.
Hace algún tiempo, regresó a Venecia con su marido, donde estuvieron viviendo un par de años. Desde allí pudo explorar el resto de Italia, pues ha emplazado muchas de sus novelas en distintos puntos del país: Venecia (cómo no), Roma, Florencia, Milán, Sicilia, la Toscana. También ha utilizado el Rin, a su paso por Alemania, para situar La leyenda del Rin, por la que en 1991ganó su primer premio a la mejor novela romántica (RITA Award), concedido por la asociación Romance Writers of America. El segundo RITA llegó en 1998, con Un sueño imposible, que transcurre en Roma.
Finalmente, Lucy y su marido regresaron a Inglaterra, donde residen en la actualidad.
El trabajo
¿Qué es lo que más le gusta de ser escritora?
La oportunidad que me da de vivir muchas vidas diferentes.
¿Y lo que menos le gusta?
No se me ocurre nada. La tarea menos agradable es corregir galeradas porque, para entonces, ya estoy enfrascada en otro libro y me cuesta retrotraerme.
¿Tiene algún escenario o ubicación preferido para sus novelas? ¿Cuál y por qué lo prefiere?
Mi escenario favorito es Italia, en especial, Venecia, porque allí conocí a mi marido, que es veneciano. Aparte de Venecia, mi ciudad favorita es Roma.
De entre todas sus novelas, ¿cuál es su preferida?
Farelli’s Wife ( Un amor secreto, Julia 1056).
¿Cuáles son sus cinco obras favoritas de todos los tiempos?
Vanity Fair, de William Makepeace Thackeray; Friday’s Child, de Georgette Heyer; Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell; La mujer de piedra, de Ruth Rendell; y El topo, de John Le Carré.
¿Qué consejo le daría a un escritor en ciernes?
Que lea lo más posible.
El amor
Descríbanos la cena romántica por excelencia.
La que me prepara mi marido, que, además de ser un italiano romántico, es un chef maravilloso.
¿Cuál es su película romántica favorita?
El fantasma y la señora Muir.
¿Cuál es su canción o composición romántica favorita?
Me encanta This Guy’s in Love with You porque la orquesta la tocó para nosotros en nuestra boda.
¿Cuál es el detalle o regalo más romántico que ha recibido nunca?
Antes era periodista y, una vez, cuando hice un encargo que me obligó a pasar varios días fuera de casa, al volver, encontré a mi marido esperándome en la estación de tren. Sostenía tres rosas rojas en la mano, cada una con una pequeña nota. La primera decía ‘Te’, la segunda, ‘quiero’, y la tercera ‘mucho’.
¿Cómo mantiene vivo el romanticismo en su relación?
A los dos nos encanta recordar los cumpleaños y los aniversarios: cualquier cosa con la que el otro se sienta especial.