Al vivir bajo el régimen feudal japonés, el cual es el cuerpo del Bushido, puedo atestiguar la verdad esencial de las descripciones del doctor Nitobe, en todo lo que abarcan, así como la fidelidad de sus análisis y generalizaciones. Él ha descrito con arte experto y ha reproducido el colorido de la pintura que mil años de literatura japonesa refleja de modo tan glorioso. El código del Samurái se desarrolló a lo largo de un milenio de evolución, y nuestro autor se percata de los florecimientos que han iluminado el camino transitado por millones de almas nobles, sus compatriotas.
Este pequeño libro acerca del Bushido es más que un importante mensaje para Occidente. Es una notable contribución a la solución del problema más grande de este siglo: la reconciliación y unidad de Este y Oeste. Hubo muchas civilizaciones en la antigüedad: en el mundo mejor que está por venir, habrá una sola. Los términos ‘Oriente’ y ‘Occidente’, con todo su peso de ignorancia e insolencia mutuas, están ya por extinguirse.
Ningún hombre del Japón ha unido los principios y las prácticas de su propio Bushido de manera más armoniosa en la vida y en el quehacer, labor y trabajo, oficio de mano y pluma, cultura de tierra y alma, que el doctor Nitobe.
Mengenai Pengarang
INAZO NITOBE (1862-1933) nació en Morioka en el seno de una familia samurái. Estudió en la Universidad de Sapporo, donde se convirtió al cristianismo. En 1884 fue enviado por el Gobierno japonés a los EE.UU. para completar sus formación académica y allí se unió a la Sociedad Religiosa de los Amigos, o cuáqueros, y se casó con Mary Patterson. En 1891, regresó a Japón y enseñó en la universidad hasta 1897, cuando tomó una excedencia para escribir el Bushido. Nitobe tuvo una dilatada carrera como profesor y hombre de estado. Fue representante de Japón en la Liga de las Naciones Unidas (antecesora de la ONU), cofundador del germen de la UNESCO y promotor del esperanto. Tras abandonar los cargos internacionales, fue congresista en Japón, donde defendió posturas antimilitaristas. Murió en Vancouver en 1933 cuando volvía a Japón de una reunión internacional.