Uno dilapida su fortuna en el juego, el otro roba para vivir. ¿Podrán un conde y un ladrón encontrar un punto de equilibrio para ser felices?
La mayor preocupación de Christopher Tadeus Von Grubber, conde de Utherness, es estar a la moda y seguir llevando la vida de lujos y diversión que siempre ha tenido. La noche londinense lo ha mantenido activo en mesas de juego donde se mueven fortunas, a pesar de que el juego y la bebida son malas compañías y llevan a malas decisiones.
London Bridge es un huérfano que ha creado una familia propia, incorporando a ella a otros desafortunados como él. Sus armas no son fáciles de percibir: astucia, inteligencia, frialdad y una memoria prodigiosa que lo han convertido en un estafador digno de temer.
La extraña desaparición de un grupo de niños que viven en la calle hará que los caminos de London y Tadeus se crucen. A partir de ahí, un osado plan y una apuesta cambiarán sus vidas para siempre.
Over de auteur
Escribo bajo el seudónimo de Castalia Cabott, y lo hago porque me desempeño como formadora de docentes en una Universidad Privada de Argentina, mi país, a la par de ejercer como profesora de Lengua y Literatura en escuelas secundarias de educación de adultos.
En mis épocas de estudiante en la Licenciatura en Letras, jamás se me pasó por la cabeza escribir, esta idea se fue afirmando mientras participaba en grupos de internet que traducía del inglés al castellano. Leyendo a muchos y muy diferentes autores y género me llevaron a pensar que yo también podía hacerlo y así comencé.
Desde entonces he escrito algo más de treinta novelas, algunas con más suerte que otras. He intentado desafiarme con distintos géneros: fantástico, sobrenatural, histórico, contemporáneo, siempre amando el romance erótico y últimamente solo escribo novelas con temática BL. No me pregunten el por qué. No lo sé.
Ser publicada es toda una sorpresiva aventura, inesperada y de un inmenso honor. Nunca pensé que algo así me pasaría.
En estos días, escribo todos los días, escucho música y preparo clases y cursos de capacitación a docentes en todos los niveles que no saben de mi doble vida.
Amo escribir, y aunque no deba decirlo, soy bastante predecible en mis novelas: mis personajes son únicos, sensibles e inocentes. Se enamoran a primera vista y se juran amor eterno. Quizás porque eso jamás me pasó. Así entiendo la ficción romántica: un momento para disfrutar, alejarte de las cosas dolorosas de la vida real e imaginar qué bueno sería tener uno también un final feliz.