Imperdonable, Cristina Campo, como Hugo von Hofmannsthal, Marianne Moore o Gottfried Benn, porque su pasión es la perfección: «La pasión por la perfección llega tarde. O, mejor dicho, se manifiesta tarde como pasión consciente». Estas son las primeras frases del texto «Los imperdonables» que da título a este libro, en el que fueron reunidos sus escritos sobre las fábulas, sobre autores en los que ella se reconoce y cuya lectura llega hasta el fondo mismo de su ser para mostrarlos sin máscaras, en su más absoluta desnudez, como le confesó intimidado William Carlos Williams.
Cristina Campo es una lectora excepcional de la condesa de Ségur, de Las mil y una noches, de Marcel Proust, de John Donne, de Antón Chéjov, de Jorge Luis Borges y otros; todos van desfilando por estas páginas como los hilos de un tejido componen la figura, como la alfombra urdida al sonido de la flauta, asunto de uno de los ensayos más exquisitos de este libro por su facultad para la comprensión del símbolo y por su capacidad para resucitar continentes ya perdidos. En la escritura de Cristina Campo lo muerto y extinguido cobra vida, y lo invisible adquiere visibilidad. Su espíritu aristocrático y su pensamiento radical hizo que el descubrimiento de Simone Weil supusiera un acontecimiento. En los últimos años de su corta vida experimentó el despertar de los sentidos interiores con la liturgia ortodoxa practicada en el Russicum de Roma, y de ello tratan los ensayos que concluyen el libro.
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Victoria Cirlot nace en Barcelona en 1955. En la actualidad es catedrática de filología románica en la Facultad de Humanidades de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, y Directora del Doctorado en dicha Universidad. Se ha dedicado al estudio de la Edad Media: cultura caballeresca y mística. Realizó diversas traducciones de novelas artúricas de los siglos XII y XIII del francés antiguo, como por ejemplo Perlesvaus o El alto libro del Grial (publicado en Siruela con varias reediciones) y también de lírica trovadoresca (Jaufré Rudel, El amor de Ionh, Columna, Barcelona 1998). Entre sus libros dedicados a la novela artúrica destaca Figuras del destino. Mitos y símbolos de la Europa medieval, Siruela, Madrid 2005. En el ámbito de la mística medieval se ha ocupado de Hildegard von Bingen (Vida y visiones de Hildegard von Bingen, Siruela, Madrid 1997-2006), así como de otras escritoras místicas (La mirada interior. Escritoras místicas y visionarias de la Edad Media, Siruela, Madrid 2008, en colaboración). Ha trabajado acerca del fenómeno visionario en estudios comparativos de la Edad Media y siglo XX : Hildegard von Bingen y la tradición visionaria de Occidente, Herder, Barcelona 2005, y en La visión abierta. El mito del Grial y el surrealismo, Siruela, Madrid 2010). Es directora de la colección El Árbol del Paraiso de la editorial Siruela. También se ha ocupado de la edición de la obra de su padre, el poeta y autor del Diccionario de símbolos, Juan Eduardo Cirlot.