Daniel ayuda a las ovejas a traer corderos al mundo. El hombre corpulento caza tejones con sus perros. Trabajar el tejón para luego ponerlo a pelear ante los apostadores es un ‘deporte’ prohibido pero bastante cultivado, una subcultura que resiste y una ceremonia de iniciación: aquí la violencia se hereda de padres a hijos.
Y aunque Cynan Jones no escatima en detalles, La tejonera es un milagro de pocas palabras y la demostración de que una novela corta puede crear un mundo tan expansivo como el de esas ‘largas y luengas’ obras que todavía se escriben pero no sabemos si se leen.
Ternura y brutalidad se cifran una a otra en La tejonera como el destino de estos dos hombres, pero aquí no hay simplistas oposiciones románticas entre el bien y el mal, olvídense del bucolismo pastoral. Jones escribe sobre la anatomía del dolor y el aislamiento de la pérdida con la precisión de un naturalista pero, al mismo tiempo, con un lirismo que le ha valido comparaciones con Dylan Thoman y Ted Hughes. Hay quienes encuentran en su obra ecos de Cormac Mc Carthy, el primer Mc Ewan y Hemingway.
También del Antiguo Testamento. Y hay quienes ven en su prosa la fuerza pura de un boxeador peso pluma, pero las comparaciones sirven para lo que sirven y la literatura, lo que escribe Cynan Jones, no puede resumirse ni parafrasearse.
Over de auteur
Cynan Jones nació cerca de Aberaeron, en la costa Oeste de Gales, en 1975. Es autor de cuatro novelas cortas. The Long Dry le valió el premio Betty Trask y La tejonera es su libro más reciente y el primero que se traduce a nuestro idioma. Con él obtuvo el premio Jerwood Fiction Uncovered, que se concede anualmente a las obras de mayor relevancia publicadas en el Reino Unido.
Sus relatos han aparecido en numerosas antologías y publicaciones, como Granta y la New Welsh Review. Cynan está preparando un nuevo libro.