Daisy no quería volver a sufrir nunca más a causa del amor, así que cuando el atractivo empresario italiano le ofreció un empleo como niñera, supo que habría sido más seguro rechazarlo. Compartir aquella aislada y preciosa villa con Slade Eastwood sólo podría traerle problemas…
Pero Slade no era un hombre que aceptara un no por respuesta. El dinero podía comprarlo casi todo… pero no una madre para su hijo pequeño.
Necesitaba a Daisy Summers. Su dulzura haría de ella la perfecta niñera para el pequeño Francesco… ¡y su inocencia la perfecta amante para él!
Over de auteur
Helen Brooks nació y se crió en Northampton, Inglaterra, donde sigue viviendo hoy con su marido y su familia. Aunque ha disfrutado de maravillosas vacaciones por todo el mundo, nunca ha sentido la tentación de vivir en otro sitio, aunque algún día le gustaría tener una casita en la playa.
Helen conoció a su marido a los dieciséis años y treinta y cinco años más tarde, entre ellos sigue habiendo magia.
Tienen tres hijos, Cara, Faye y Benjamín y siempre han tenido un pequeño zoo en casa que, en este momento, se limita a dos encantadores perros que podrían actuar en un espectáculo canino. A causa de los niños, los amigos y los perros, la casa siempre está llena de actividad y la despensa… vacía, pero a Helen le encanta que sea así.
Helen empezó a escribir en 1990 cuando estaba a punto de cumplir una edad crucial: los 40. Entonces se dio cuenta de que sus dos sueños de adolescente (escribir una novela y aprender a conducir) se habían perdido en medio de pañales y tareas domésticas. Y decidió resucitar esos sueños.
Su primera novela, que envió a Harlequin Mills & Boon, fue aceptada después de hacer algunos cambios y consiguió sacarse el permiso de conducir (lo primero fue una alegría y lo último una pesadilla). Helen acaba de terminar su novela número 38 para Harlequin, además de varias sagas.
Cristiana convencida y amante de los animales, para Helen disfrutar de un momento de descanso es un premio, pero siempre encuentra tiempo para dar largos paseos por el campo con su marido y los perros, para ir al cine o al teatro, para leer, nadar e invitar a sus amigos a cenar en casa. También le gusta sentarse en el jardín con una copa de vino (aunque ella dice que nunca está descansando, sino pensando).
Desde que se convirtió en escritora profesional, Helen disfruta mucho de su trabajo y a menudo se sorprende cuando los personajes de sus novelas parecen desarrollar una vida propia. Le encanta explorar lo que le gusta a los lectores y cree que el viejo proverbio: ‘la realidad siempre supera la ficción’, es absolutamente cierto.
Le encantaría ponerse en contacto con sus admiradores a ambos lados del Atlántico. Si lo deseas, puedes hacerlo escribiendo a Harlequin.