'He salido de circulación. ¿Por qué? Porque a un evento feminista no puedes ir con un niño de dos años. Ni siquiera con uno de cinco. Y no puedo dejarlo con nadie. O no quiero dejarlo’.
En Polonia, y también en España, los asuntos de familia no son cuestión de Estado. Los poderes legislativos se han olvidado de que existen padres que no pagan la manutención de sus hijos, de que si se necesitan cuidados especiales, estos requieren de tiempo y dinero, de que las madres solteras no pueden trabajar y cuidar de sus hijos si sus condiciones laborales son precarias. Agnieszka Graff se plantea todas estas cuestiones, aunque, como ella misma reconoce, aquí no hay respuestas, solo preguntas que hemos de pensar juntas.
No obstante, la Madre feminista tampoco es una superwoman que tiene éxito laboral, hace deporte una hora al día y cambia pañales. Esta tampoco quiere renunciar a sus hijos en pos de romper el 'techo de cristal’, o quiere compaginarlo, pero no existen posibilidades.
Exige corresponsabilidad, que no se vulneren sus derechos laborales y que el feminismo entienda que no hay nada de malo en ser madre.
O autorze
Agnieszka Graff (Varsovia, 1979) es escritora, columnista, profesora universitaria y referente en el activismo por los derechos de la mujer en su país. En 1999 se doctoró en Literatura Inglesa en la Universidad de Varsovia; desde entonces ha impartido clases sobre cultura, literatura y género en el Centro de Estudios Estadounidenses de la Universidad de Varsovia y sobre estudios de género en el Instituto de Estudios Literarios de la Academia Polaca de la Ciencia.
Ha traducido al polaco 'Un cuarto propio’ de Virginia Woolf, forma parte de la Junta Directiva del Congreso de la Mujer (movimiento social por la lucha feminista en Polonia), y es autora de seis ensayos y de numerosos artículos de prensa en los que trata sobre la desigualdad de género y la representación del género en el discurso público.