Julia 1006
A Carlee Miller no le importaba que su bebé fuera a heredar una fortuna, sólo quería un hijo al que amar. Pero después del error cometido por el banco de esperma, se encontró con abogados que reclamaban la custodia del heredero.
Y entonces conoció al padre en cuestión.
El hecho de que Hal Ward fuera sexy, además de multimillonario, no implicaba que Carlee debiera casarse con él. Pero los hombres ricos podían ser muy convincentes.
Y una vez que Carlee se convirtió en su esposa, descubrió que le resultaba muy difícil negarle nada a su encantador marido…
O autorze
Alexandra Sellers empezó a soñar con lugares exóticos a los 10 años, cuando encontró una pequeña colección de cuentos e ilustraciones llamada Las Noches de Arabia. Las historias habían sido sacadas de Las Mil y Una Noches, y nombres como Samarkanda, Shiraz, y Bagdad todavía le hacen sentir una magia que ninguna otra historia actual ha podido igualar.
También las historias deben de haber activado algo más en ella, porque en este mismo momento empezó a soñar con dedicarse a escribir. Siguiendo el consejo de Jane Austen, aunque ella no lo había leído todavía, Alexandra escribió la primera historia sobre el mundo que ella conocía, su gato. Y siguiendo su propia imaginación, escribió la historia del gato desde dentro de la cabeza del gato.
Después de comienzos como éste, fluyen con naturalidad sus dos géneros literarios favoritos: la novela romántica y la ciencia-ficción. Su primera historia romántica corta la compró la primera revista a la que la envió; su primera novela de ciencia ficción fue rechazada simultáneamente.
Alexandra se dedica exclusivamente a escribir desde la publicación de su primera novela en 1980. Su afición favorita son los idiomas y ha estudiado ocho hasta ahora, pero no ha conseguido hablar con fluidez ninguno de ellos. Uno de los períodos más agradables de su vida han sido los tres años que recientemente ha pasado en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en Londres.
Alexandra vive con su marido, Nick, y un gato llamado Monsieur. Ambos la hacen enloquecer y también son indispensables para su felicidad.