Contra valor no hay desdicha, de Félix Lope de Vega, narra la historia de la niñez y juventud del rey persa Ciro, a partir de la fuente del historiador griego Herodoto.
La obra empieza con la amenaza de muerte de Mitrídates, a su hijo Ciro. También Astiages, rey y abuelo de Ciro, tiene a los presentimientos funestos y ordena su muerte.
Sin embargo, unos pastores ocultan a Ciro. Este se cría y vive en una aldea y es formado por la mismísima naturaleza como un gobernante, guerrero y amante irreprochable.
Ciro vive poseído por su amor a Filis, maldecido por sus antepasado, se ha formado por la mismísima virtud como un gobernante, guerrero y amante irreprochable.
Al final de Contra valor no hay desdicha Ciro entabla una batalla con Astiages y, tras vencerlo, los perdona y se casa con su amada Filis.
O autorze
Félix Lope de Vega (Madrid, 1562-1637). España.
El que fuera llamado 'Fénix de los ingenios españoles’, Félix Lope de Vega Carpio, nació en Madrid a finales de 1562. Su padre, el artesano bordador Félix de Vega, y su madre, Francisca Fernández Flórez, eran, probablemente, oriundos del valle de Carriedo (Cantabria), y se trasladaron a Madrid hacia 1561. El origen humilde de Lope de Vega sería transformado por él mismo en una imaginada hidalguía; de hecho, Lope siempre fue dado a investirse con atributos que le favorecieran y nunca ocultó su abultado deseo de fama y éxito.
Sea como fuera, cristiano viejo o converso, lo que sí refleja su obra es una completa y cabal asimilación de los valores imperantes en la sociedad de su tiempo. Lope estudió primero en la escuela madrileña de Vicente Espinel, por quien siempre demostró estima y admiración, y después en un colegio jesuita que, años después, se llamó colegio Imperial. Posteriormente, al parecer entre 1577 y 1581, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares, aunque no consta que obtuviera ningún título. Es probable, también, que siguiera algunas lecciones en la Universidad de Salamanca.
Tras servir, desde muy joven, al obispo de Cartagena, inquisidor general y más tarde obispo de Ávila, don Jerónimo Manrique, Lope se alista en una escuadra de navíos y, en junio de 1583, zarpa de Lisboa rumbo a la isla Terceira (Azores), donde habían de combatir al prior de Crato, aspirante al trono portugués entonces en manos españolas a través de Felipe II.
Acabada su misión, Lope regresa e inicia una de sus primeras relaciones amorosas, de entre las numerosas que se le atribuyen. Se trataba de Elena Osorio (su Filis), mujer bella y cultivada, hija de un empresario y actor teatral, la cual estaba separada de su marido (un actor). Lope escribiría algunas comedias para el padre de Elena. Años después, en 1587, tras enterarse de que Elena planeaba sustituirle por un influyente personaje madrileño (Francisco Perrenot Granvela), Lope difundió unos poemas infamantes contra ella y su familia, lo que le valió un destierro judicial de Madrid, por cuatro años, y de Castilla, por dos.
En mayo de 1588, Lope toma por esposa a Isabel de Urbina Alderete (su Belisa), en Madrid. Isabel pertenecía a una familia muy influyente y de linaje antiguo, y es probable que el casamiento, aunque se realizó por poderes, pasara antes por algunas dificultades y supusiera la violación de la orden judicial por parte del escritor, que tenía prohibido regresar a la capital.
Tras su boda, y ante la imposibilidad de estar en Madrid con su esposa, es probable que Lope de Vega se alistara como voluntario, junto a su hermano Juan, en la Armada Invencible, a bordo del galeón San Juan. Tras el fracaso de la expedición, en la que su hermano perdió la vida, Lope estará sucesivamente en Cádiz, Toledo, donde se reúne con Isabel (violando la orden de destierro), y Valencia, donde se establece el matrimonio hacia 1589. Valencia era una de las principales ciudades españolas, y su actividad teatral era de las más notables; allí se relacionó con dramaturgos locales como Francisco Tárrega, Carlos Boyl, Gaspar Aguilar y Guillén de Castro. Su actividad como escritor de comedias pasó de ser un divertimento a una actividad profesional con la que sostenía a su familia y con la que iba ganando creciente fama y popularidad, algo, como se dijo antes, muy conscientemente buscado por el escritor.