A lo largo de toda su obra, George Steiner se ha interrogado sobre la poética de la traducción y sobre el sentido de la lectura, lo que él llama su «responsabilidad». En Un prefacio a la Biblia hebrea, es decir, al Antiguo Testamento de los cristianos, aborda el texto fundador de nuestra cultura y sus diversas traducciones. Tomando como punto de partida la versión «rey Jaime» (1611), que fue el verdadero crisol de la lengua inglesa, como la Biblia de Lutero lo fue de la lengua alemana, Steiner nos ofrece un análisis conciso pero contundente de lo que está en juego en la traducción. Interrogando al texto bíblico a la luz de la historia moderna, se revela como un virtuoso en su indagación del libro que «más preguntas hace al hombre», un libro que ha configurado nuestra concepción misma de lo divino, de la creación, de la inspiración, pero también de la literatura, desde Shakespeare hasta Moby Dick. George Steiner nos recuerda, en fin, hasta qué punto toda lectura de la Biblia sigue siendo una aventura arriesgada. Por esta razón, el presente prefacio, que constituye uno de los textos más personales del autor, es asimismo una meditación sobre la trascendencia y sobre el sentido mismo de la escritura, ya sea de Dios, ya del hombre.
O autorze
George Steiner (París, 1929-Cambridge, 2020), fue uno de los más reconocidos estudiosos de la cultura europea y ejerció la docencia en las universidades de Stanford, Nueva York y Princeton, aunque su carrera académica se desarrolló principalmente en Ginebra e Inglaterra. En 2001 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.