Riquelme, el detective, es un tipo gris pero eficiente que no está convencido de revelar los resultados de sus investigaciones. Su cliente, protagonista de esa novela, es un hombre doliente y confundido porque su mujer, Elisa Miller, lo ha abandonado. Elena, Mónica, Sonia, son las sombras que atormentan con sus apariciones al desubicado personaje. Séneca, Schopenhauer y Weininger, pero también el jugador de basquetbol Magic Johnson, son las voces que agitan la conciencia del hombre cada vez que éste sostiene diálogos con sus héroes morales y deportivos.
Quizá suceda que el protagonista sólo alcanza a relacionarse con sus semejantes a través del desconocimiento y las conjeturas, pues no sabe si Riquelme planea robarlo, si Elisa vive feliz con otro, o por qué Mónica ha invadido su casa.
En esta novela, ubicada en una fantasmal Ciudad de México, Guillermo Fadanelli echa mano de los elementos más característicos de la novela negra: la figura del detective, y una constante zozobra. Si sumamos a esto su capacidad para narrar la desesperanza y las grietas de la personalidad, tenemos como resultado El hombre que nació en Danzig: un viaje por los laberintos mentales de un desesperado, un hombre al borde de la extinción.
O autorze
En cada uno de sus textos, Guillermo Fadanelli (Ciudad de México, 1960) ha sido un fiel observador del desencanto y un crítico insobornable de los vicios de la sociedad. Es autor, entre otros, de los libros de cuentos Mariana Constrictor (Almadía, 2011), El día que la vea la voy a matar, Más alemán que Hitler y Compraré un rifle; de los ensayos En busca de un lugar habitable (2006), Insolencia. Literatura y mundo (2012), El idealista y el perro (2013) y Meditaciones desde el subsuelo (2017), todos publicados en Almadía; así como de las novelas Lodo (Almadía, 2018), ¿Te veré en el desayuno? (Almadía, 2009), Educar a los topos (Almadía, 2020), Malacara (Almadía, 2020), Mis mujeres muertas y El hombre nacido en Danzig (Almadía, 2014). Dirige la editorial Moho y colabora en periódicos y publicaciones de diversos países. Ha sido traducido al francés, alemán, portugués, hebreo, inglés, turco e italiano. Ha obtenido los premios nacionales de novela Impac/Conarte en 1998 y el Premio Grijalbo 2012. Lodo fue finalista del Premio Rómulo Gallegos 2003, obtuvo el Premio de Narrativa Colima para Obra Publicada 2002 y en 2019 recibe el Premio Mazatlán de Literatura.