Diario irlandés es LA crónica, con mayúsculas, de la esencia oculta de Irlanda.
'Esta Irlanda existe, pero el autor no se hace responsable si alguien va allí y no la encuentra.’
Este libro no es el típico 'libro sobre Irlanda’, con los entresijos de su historia o de su economía, ni tampoco una guía de viajes con los atractivos paisajísticos. Surgido a partir de las experiencias de un viaje del escritor con su mujer entre 1954 y 1957, es el intento de describir un país a través de fragmentos de prosa, en los que se entremezclan continuamente lo dulce y lo amargo, las plegarias con las maldiciones; un país en el que la poesía se encuentra en la calle y la resignación se cultiva casi como en un invernadero; un lugar idílico que se cobra las lágrimas de los niños emigrantes; un país donde el siglo XIII se confunde con el siglo XX, y el XIX con el futuro.
En las páginas de este excepcional diario late el amor a un país por el que Böll se sintió poderosamente cautivado, hasta el punto de convertirlo en su segundo hogar.
La presente edición se completa con dos anexos: 'Trece años después ’, donde el autor expone las razones del fin de su propia inocencia al contemplar un país que ha cambiado; y 'En defensa de los lavaderos’, una encendida defensa de la necesidad de una literatura liberada de prejuicios pequeñoburgueses.
O autorze
Heinrich Böll
(Colonia, 1917-Langenbroich, 1985)
Uno de los escritores alemanes más importantes del siglo xx y figura emblemática de la literatura europea de posguerra. En 1939 fue reclutado por la Wehrmacht y destinado a Francia, Rumanía, Hungría y la Unión Soviética. En 1945 fue capturado por el ejército estadounidense en el este de Francia. Desde 1947 publicó artículos de prensa y escribió dramas radiofónicos. A partir de 1951 se dedicó exclusivamente a la escritura y a la traducción, y pasó largas temporadas en Irlanda. En 1971 Böll fue elegido presidente del PEN Club Internacional y en 1972 recibió el Premio Nobel de Literatura. Entre sus novelas destacan El tren llegó puntual (1949), Y no dijo ni una palabra (1953), Casa sin amo (1954) y Opiniones de un payaso (1963). Las obras de Böll están marcadas por su experiencia como soldado. Profundamente católico, criticó con severidad a las instituciones, también las eclesiásticas, y se erigió en firme defensor de los valores humanos.