En 1790, nueve años después de la publicación de la Crítica de la razón pura, Immanuel Kant, poco dado a las polémicas y las controversias (ni aun siquiera las intelectuales), tomará la pluma para responder a uno de sus críticos más feroces, Johann August Eberhard, filósofo leibniziano y cordial enemigo de la revolución filosófica propuesta por Kant, había iniciado un duro ataque a la filosofía kantiana en las páginas de Philosophisches Magazin de Halle. Algunos de los núcleos centrales de la Crítica (la noción de juicios sintéticos a priori y con ella la posibilidad misma de la metafísica como ciencia) habían sido puestos en cuestión. El mundo filosófico alemán esperaba ávidamente una respuesta del gran filósofo de Königsberg. La Respuesta a Eberhard con el título Sobre un descubrimiento según el cual a toda nueva crítica de la razón pura la torna superflua una anterior es el testimonio de ese debate intelectual. En esas páginas Kant aclara ciertas ambigüedades y disipa algunas de las interpretaciones erróneas que se habían hecho de su primera Crítica. Apéndice ineludible de una lectura rigurosa de la Crítica de la razón pura, la Respuesta a Eberhard exhibe, con un rigor conceptual y una vehemencia poco común, la potencia del pensamiento kantiano y la radical novedad del idealismo trascendental en relación con la metafísica anterior.
O autorze
Immanuel Kant (1724-1804): Pasa por ser una de las cumbres de la filosofía occidental. Nacido en Königsberg, en aquel momento parte de la Prusia oriental, permaneció en su ciudad hasta su muerte sin otra excepción que la de un período en que se vio obligado a trabajar como preceptor en los alrededores de la misma. De 1732 a 1740 fue alumno en el Collegium Fredericianum, cuyo ambiente pietista reforzó las tendencias que su madre le había inculcado. Cursó estudios en la Universidad de Königsberg, donde posteriormente trabajó como Privat-Dozent desde 1755 hasta que en 1770, con 46 años, se le otorgara una plaza de profesor titular.
Entre sus obras se encuentran algunas de las más importantes de la historia de la filosofía como la Crítica de la razón pura (1781), la Crítica de la razón práctica (1788) o la Crítica del Juicio (1790) además de un sinfín de escritos todos ellos de extraordinario influjo para la posterior historia de la filosofía occidental.