La palabra «tamar» se traduce por «palmera», un árbol cuyo tronco puede alcanzar una altura de hasta 15 metros y es símbolo de grandeza y firmeza. Tamar (Gén 38), la nuera de Judá a quien no se le dio la oportunidad de reconstruir su vida en el seno de Israel, teje una crítica firme y desafiante contra tres elementos fundamentales de la identidad del pueblo de Israel a partir de una reclamación de derechos impropia de una mujer, más aún si es extranjera, en Israel. Y al hacerlo da textura y profundidad a las historias de los patriarcas en la Biblia, siempre provocadoras.
O autorze
Miren Junkal Guevara (Bilbao, 1966) es catedrática del Departamento de Teología de la Universidad Loyola Andalucía. Licenciada en Derecho por la Universidad Pontificia Comillas y doctora en Teología por la Facultad de Teología de Granada, enseña Pentateuco, Libros históricos e Historia del Israel antiguo. Investiga las relecturas del texto bíblico tanto en la literatura parabíblica como en las manifestaciones de la cultura contemporánea, particularmente el cómic y la novela gráfica.