Aquí Calderón de la Barca trata un tema eterno, lo real y lo imaginario… Sueños hay que verdad son pertenece a la serie de autos sacramentales inspirados en la Biblia. El argumento bíblico relata que un faraón sueña que está a la orilla del río y ve siete vacas robustas y luego otras siete vacas flacas que se comían a las primeras. El faraón despierta, vuelve a dormirse y sueña que siete espigas buenas y hermosas son devoradas por otras siete espigas flacas. El faraón llama a todos los adivinos de Egipto, pero éstos no consiguen interpretar el sueño. Entonces el jefe de los coperos le dice al Faraón que hay un joven hebreo encarcelado que les había aclarado unos sueños que él y el panadero habían tenido. El faraón llama a José. Éste dice que habrán siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto y luego otros siete años de escasez. Aconseja al faraón que recoja la quinta parte de las cosechas y las guarde para comerlas en los siete años de escasez. El faraón en agradecimiento nombra a José gobernador de todas las tierras de Egipto y además su primer ministro. Se quita el anillo de su mano y lo pone en la mano de José; lo viste de blanco, le entrega un collar de oro y le da por esposa a la sacerdotisa Asenet.
O autorze
Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681) Calderón de la Barca nació el 17 de enero de 1600, en Madrid, como segundo de cinco hermanos, en el seno de una familia de mediana hidalguía procedente de las montañas cántabras. Su padre fue escribano del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda. La madre murió en 1610 y el padre en 1615. Al parecer, su padre había dejado como voluntad y requisito para que Pedro y sus hermanos heredaran el que siguieran las carreras que él había marcado; a Calderón le estaba destinada la de sacerdote.
Al igual que Lope de Vega, Quevedo y otros literatos, Calderón cursó estudios en el madrileño colegio Imperial de los jesuitas (hasta 1613), y los continuó en las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca (hasta 1620), donde, quizá por la exigencia paterna, estudió teología, pero también lógica, retórica, historia y derecho natural y político. Su bagaje cultural era muy amplio, tocado por la escolástica y las ideas existencialistas agustinianas.
Calderón vivió tres reinados (con Felipe III, Felipe IV y Carlos II) durante los cuales se fue desintegrando el poder español y el país quedó cada vez más aislado del escenario internacional, sobre todo a partir de la pérdida de Flandes por la paz de Westfalia, en 1648. Pero no fue tanto así en la creación literaria, ya que Calderón vivió de lleno el Siglo de Oro español, tan prolífico y rico en cuanto a las artes.
Hacia 1620, los hermanos Calderón debieron resolver un litigio relativo a la herencia con la segunda mujer de su padre. Ese mismo año, Calderón de la Barca abandonaría los estudios religiosos e iniciaría sus primeras tentativas literarias con la poesía. Así, participó como poeta en varios certámenes y justas, pero pronto descubriría su atracción por la 'comedia nueva’ de Lope de Vega, quien debió despertar su fascinación por el teatro.
Calderón desarrollaría la mitad de su producción paralelamente al ascenso del valido conde-duque de Olivares (entre 1621 y 1643), protector de artistas y literatos. Su bautismo teatral se produce, en 1623, con la obra Amor, honor y poder.
Calderón realizará algunos viajes por Flandes e Italia, entre 1623 y 1625, como secretario del duque de Frías. Después, será asiduo escritor de obras para la Corte y para los corrales de comedias. Su prestigio en la Corte fue aumentando, y Felipe IV le otorgó el ingreso como caballero de la orden de Santiago, hacia 1637. También debió vivir algunos episodios oscuros, como una acusación por violar, junto a su hermano, la clausura de un convento de trinitarias, tema del que no se sabe a ciencia cierta la verdad. Por otro lado, su buena relación con Lope de Vega debió enfriarse hacia 1629, aunque tampoco hay datos fiables sobre los motivos. Se habla de un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope.