‘El mundo se muere. O quizá ya esté muerto, pero aún lo habitan sobrevivientes que pactan cómo morir de hambre, que defienden sus austeras posesiones, que rezan por los caminos y que abandonan a sus hijos, a veces para que tengan una vida mejor, a veces sencillamente por agotamiento. Ariadna Castellarnau conoce tan bien a estos seres desesperados que puede trazarlos con apenas latigazos de su prosa seca y por momentos intensamente bella: la mujer sin pierna, la mujer sin ojo, la niña albina, los jóvenes cazadores, el hermano responsable. Qué le ocurrió al mundo y por qué no es fundamental en la cartografía del desamparo de Quema: mucho más importante es qué hacer con los despojos, la mugre, esas hogueras en la noche, el lento abandono de la compasión y el gobierno de la tristeza. No se escribe mucha ciencia ficción posapocalíptica en español y hasta resulta injusto limitar a esta novela fragmentada, intensa y tenebrosa en ese subgénero: pero sí resulta justo decir que Castellarnau escribe sobre el fin como si lo conociera, como una testigo que sabe, intuye y lastima, que está rabiosa ante la muerte de la luz’ Mariana Enriquez.
Sobre o autor
Ariadna Castellarnau nació en 1979 en Lérida. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Lérida, en Teoría Literaria y Literaturas Comparadas por la Universidad de Barcelona y Máster en Humanidades por la Universidad Pompeu Fabra. De 2009 a 2016 vivió en Buenos Aires, donde trabajó en el Ministerio de Cultura (Argentina) y como periodista para la sección de cultura del diario Perfil y Página 12. Su primera novela, Quema -una distopia compuesta de relatos que funcionan separadamente, pero que juntos conforman una historia global- obtuvo el VI Premio Internacional Las Américas. Su segundo libro, La oscuridad es un lugar, fue publicado por la editorial Destino en noviembre de 2020.