Esta novela continúa la saga del reportero de nota roja Casasola, iniciada por el autor en La octava plaga. Mientras el personaje lleva a cabo una investigación sobre indigentes para el Semanario Sensacional, en las ruinas del Museo del Templo Mayor son encontrados corazones humanos. Casasola debe buscar a Quintana, reportero especial designado a estos casos, quien está perdido en una de sus parrandas alcohólicas de costumbre. Luego de que unos cadáveres mutilados sean arrojados en las ruinas de Tlatelolco, Casasola contacta a Elisa Matos, investigadora del INAH, quien le ayuda a conjeturar la personalidad y el plan del asesino. Todos los sitios prehispánicos de la Ciudad de México pronto se ven marcadas por las tétricas ofrendas del Asesino Ritual.
Hay personajes que defienden el poder de los antiguos rituales y afirman que la religión cristiana es la causa de la debilidad y decadencia del pueblo mexicano. Un antiguo e indescifrable códice prehispánico está a punto de volver al país y complicarlo todo. Los sótanos de la Catedral Metropolitana revelan un oscuro secreto que lleva años ocultándose en los túneles del sótano. Al centro de la trama, un reportero y sus ganas de contar la verdad detrás de una serie de hechos fantásticos y aterradores.
Sin duda alguna estamos ante la novela más ambiciosa del autor. De excelente factura, desarrolla una trama fundamentalmente en el presente, pero sus raíces del pasado prehispánico revelan una herencia mística y tétrica a la vez. Aparecen una serie de personajes que dotan de complejidad moral, psicológica y anímica a la trama. La prosa es clara y directa, atenta a construir la tensión característica del género negro, pero además a enriquecerse mediante la descripción de atmósferas y los discursos de los personajes. Hay una gran historia respaldada por una escritura firme, que no escatima giros novedosos, pequeñas anécdotas que completan el cuadro de una ciudad que vive sin atender su pasado. El autor cuenta ya con un estilo y un universo personales. Ha construido una visión única de los miedos y los vicios contemporáneos. Este nuevo título con toda seguridad sorprenderá a sus lectores, pues continúa esa tarea, pero lo hace de una forma inédita, con nuevas estrategias, mediante nuevos temas.
Sobre o autor
Bernardo Esquinca nació en Guadalajara, Jalisco, en 1972. Narrador y periodista, ha colaborado en revistas como Letras Libres y Nexos con reseñas sobre libros y cine. Escribe sobre pornografía y nota roja en www.sensacionald.com. Parte de su obra está antologada en libros como Grandes Hits. Nueva generación de narradores mexicanos (Almadía, 2008), Novísimos cuentos de la República Mexicana (2004) y Tierras insólitas (Almadía, 2013). Ha publicado las novelas Belleza roja (2005), Los escritores invisibles (2009), La octava plaga (2011; Almadía, 2017), Toda la sangre (Almadía, 2013), Carne de ataúd (Almadía, 2016), Inframundo (Almadía, 2017); los libros de cuentos La mirada encendida (1993), Fábulas oscuras (1996), y los títulos que conforman la ‘Trilogía del Terror’, que son Los niños de paja (Almadía, 2008), Demonia (Almadía, 2012) y Mar negro (Almadía, 2014); así como el ensayo Carretera perdida: un paseo por las últimas fronteras de la civilización (2001).
Junto a Vicente Quirarte realizó la antología Ciudad fantasma. Relato fantástico de la Ciudad de México (XIX-XXI) publicada en dos volúmenes por Almadía.