Los mejores y más terroríficos cuentos navideños de los grandes autores de la literatura universal
La creencia en fantasmas es, probablemente, tan vieja como la propia humanidad y el gusto por la narración oral. Resulta natural entonces que ambas se combinaran a la perfección durante el crudo y amenazador invierno, cuando la muerte estaba más presente que nunca, propiciando de este modo que los cuentos de espectros y aparecidos se consolidaran en tales fechas como una popular tradición. Diseñados para enmascarar las cosas que más nos asustan y aligerar la carga de nuestros pensamientos, el atractivo secreto de estos relatos —de las horribles criaturas que creamos, de los fantasmas que nos acechan y los demonios que operan en nuestras mentes— es que, si bien las historias en sí son ficciones, los peligros subyacentes que evocan y la emoción que sentimos al enfrentarlos son absolutamente reales.
Así pues, acurrucados junto a la chimenea y en un ambiente netamente festivo, esta terrorífica antología nos invita a redescubrir esa milenaria experiencia, magnética y sugestiva mezcla de divertimento y escalofrío.
Charles Dickens, Nathaniel Hawthorne, J. H. Riddell, Sheridan Le Fanu, Guy de Maupassant, Antón Chéjov, Benito Pérez Galdós, Arthur Conan Doyle, J. M. Barrie, J. K. Bangs, B. M. Croker, Thomas Hardy, Edith Nesbit, G. K. Chesterton, Algernon Blackwood, Emilia Pardo Bazán, M. R. James y Arthur Machen.
Sobre o autor
Joseph Sheridan Le Fanu (Dublín, 1814-1873) nació en el seno de una familia de origen hugonote. Estudió Leyes en el Trinity College y trabajó como periodista y editor en la Dublin University Magazine, de la que llegó a ser propietario. Considerado uno de los fundadores del género de terror moderno, su progresiva misantropía tras la muerte de su esposa hizo que se lo conociera como el Príncipe Invisible. Su obra más famosa, Carmilla, es una de las primeras historias de vampiros modernas.