En 1968 Enrique Vila era un joven aspirante a director de cine. Hizo sus pinitos laborales en la revista Fotogramas, donde le encargaron la traducción de una entrevista a Marlon Brando. Sin saber apenas inglés, y con el ánimo de no perder el trabajo, se la inventó. A esta, siguieron otras. Y así empezó a forjarse una imaginación particularísima y un autor singularísimo. En esa época y con estas entrevistas inventadas apareció la que es hoy una firma de referencia obligada de nuestra literatura: Enrique Vila-Matas.
El volumen se completa con el relato «Recuerdos inventados», auténtica bisagra en la trayectoria del autor entre estas entrevistas inventadas y su ya inconfundible narrativa.
Prólogo de Mario Aznar.
Sobre o autor
Enrique Vila-Matas nació en Barcelona en 1948. Su obra constituye un desafío continuo a las clasificaciones, tan habituales en la literatura. Borrando las fronteras entre ficción, ensayo y biografía, su poética es una construcción artística en constante evolución, en la que confluyen las experiencias de vida, sus aventuras como lector y como escritor y una actitud lúdica que da lugar a una narrativa audaz, donde destacan Historia abreviada de la literatura portátil, Bartleby y compañía, El mal de Montano, París no se acaba nunca, Kassel no invita a la lógica, y Montevideo. Prix Médicis-Étranger, Premio de la FIL Guadalajara, premio Formentor, premio Rómulo Gallegos. Traducido a treinta y ocho idiomas. Pertenece a la convulsa Orden de Caballeros del Finnegans, y es destacado miembro de la Sociedad de Refractarios a la Imbecilidad General.
En H&O publica Ocho entrevistas inventadas.