Once años antes de que La cabaña del tío Tom se ocupase del tema de la abolición de la esclavitud en Norteamérica, Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873) escribió Sab, una historia de amor desgraciado entre un esclavo mulato y la hija de su dueño blanco. El libro fue tan polémico que no se publicó en Cuba hasta 1914, setenta y tres años después de su aparición en España. Aquí se reflejan las luchas por abolición de la esclavitud en las colonias americanas.
La novela nos narra las relaciones humanas entre amos y esclavos antes de que se promulgara la ley que abolía la esclavitud.
– Sab es un esclavo mestizo, hijo de una esclava y del amo de la finca donde trabaja,
– que se enamora de Carlota, la heredera de la finca,
– y que antepone el amor que siente hacia ella a su libertad y a la de los suyos.Pero Sab es también la historia de Teresa, la criada de Carlota, que a través de sus actos y sus palabras refleja la voz del otro lado oscuro de la esclavitud: la mujer esclava de la época.
El esclavo al menos puede cambiar de amo, puede esperar que juntando oro comprará algún día su libertad: pero la mujer, cuando levanta sus manos enflaquecidas y su frente ultrajada, para pedir libertad, oye al monstruo de voz sepulcral que le grita: «En la tumba».
Además, la obra expone la situación trágica de los indígenas de Cuba, que es reflejo de hasta dónde es capaz de llegar esa sociedad que arrasó con todo lo que no se incluía en sus planes, como arrasó con el pueblo, la cultura, la lengua y la sociedad de la Cuba anterior a la conquista.
Sobre o autor
Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey, 1814-Madrid, 1873). Cuba.
Era hija de un oficial de la marina española y de una cubana. Escribió novelas y dramas y fue actriz. Estudió francés y leyó mucho, sobre todo autores españoles y franceses. Tras una corta estancia en Burdeos, vivió un año en La Coruña y después en Sevilla, donde conoció a Ignacio Cepeda, con quien tuvo un romance. Por esta época ejerció el periodismo y estrenó su primer drama. Su creciente prestigio literario le permitió establecer amistad con Espronceda y Zorrilla. Poco después se casó con Pedro Sabater, quien murió tres meses más tarde.
Tras un retiro conventual, la Avellaneda volvió a Madrid y, entre 1846 y 1858, estrenó al menos trece obras dramáticas. Hacia 1853 quiso entrar en la Academia Española, pero se le negó por ser mujer. En 1855 se casó con el coronel Domingo Verdugo, conocida figura política que en 1858 fue víctima de un atentado. Más tarde éste fue nombrado para un cargo oficial en Cuba. Entonces la Avellaneda dirigió en La Habana la revista Álbum cubano de lo bueno y de lo bello (1860).
Su marido murió en 1863 y ella se fue a los Estados Unidos. Estuvo en Londres y París y regresó a Madrid en 1864.
Durante los cuatro años siguientes vivió en Sevilla. Utilizó el seudónimo de La peregrina.