Publicado por primera vez en 1906, Cómo hacer bien el mal es una clase magistral sobre la subversión impartida por uno de los personajes más reconocidos y misteriosos del siglo XX. En la obra, Houdini recoge, a partir de entrevistas a delincuentes y agentes de policía, sus hallazgos en lo referente a los métodos más infalibles para cometer un crimen y salir airoso del asunto.
Este volumen ofrece lo mejor de esos escritos junto con otros artículos menos conocidos del artista sobre su personal método de engaño: la magia.
Al revelar los secretos de sus trucos estrella —incluidos los escapes de esposas y ataduras— y echar por tierra los métodos de sus rivales, demuestra ser un escritor tan inteligente y astuto como lo era en tanto ilusionista, además de sorprendentemente generoso con los secretos de la profesión. Todo ello convierte a ésta selección única de ensayos en una auténtica guía anti-protocolaria e indecente, y a la par una demostración de que las cosas no son siempre lo que parecen.
En un exclusivo prólogo a este volumen, Teller —mago, cómico y mudo asistente de Penn Jillette— eleva la voz para hablar del más grande ilusionista de la era moderna: Harry Houdini.
Sobre o autor
Harry Houdini. Budapest, 1874 – Detroit, 1926
Para ayudar en el sustento de su familia, Houdini se subió por primera vez a un escenario a los nueve años actuando como trapecista. Después de trasladarse a Nueva York, a los doce años empezó a interesarse por la magia, pero su gran oportunidad llegó en 1899, cuando se le ofreció un contrato para actuar en los mejores escenarios de vodevil de Estados Unidos. Houdini, por entonces ya conocido como el ‘Rey de las Esposas’, viajó por toda Europa durante cinco años, y a su regreso a EE.UU. comenzó a ejecutar los desafiantes y peligrosos retos que lo convertirían en uno de los hombres más famosos del mundo, y también en una de las más populares estrellas del cine incipiente.
Publicó The Right Way to Do Wrong en 1906 y fue editor de la revista Conjurer’s Monthly Magazine (1906-1907). Su célebre consagración a desenmascarar espiritistas, le llevo a mantener una intensa polémica pública con Arthur Conan Doyle, gran defensor y creyente de estas prácticas. En 1926, tras una actuación, un admirador que había pasado a visitarle al camerino golpeó a un desprevenido Houdini en el estómago para poner a prueba su famoso control muscular. El golpe le rompió el apéndice, y tras sufrir una peritonitis, murió a los 52 años.