No te quiero menos porque hablemos menos, porque estemos más lejos, porque no podamos dormir todas las noches juntos. Entiendo que la vida es hacer todo lo posible por no dejar de estar estés donde estés, que el hogar son personas, y que hay mucho más. Te apoyaré pase lo que pase y hagas lo que hagas, intentando siempre buscar esos ratitos y esos huecos que nos dejan las rutinas, los trabajos y los estudios.
Encontrándome en las madrugadas en las que tienes esa sonrisa de Seagram’s con Sprite, en las que tienes los ojitos achinados de reír, en las que no importa el mañana. Mientras nos digamos siempre lo que nos tenemos que decir no va a existir ni mucho ni poco. Mientras no nos dejemos de apoyar el uno al otro no va a existir nunca ni lejos ni cerca. Mientras seas lo que pienso antes de dormir, o lo que pienso cuando me desvelo, no voy a dormir sin ti, aunque no estés aquí. No te puedo querer menos, porque te quiero con todo.
Sobre o autor
Creo que los textos que comparto en mis libros y en mis redes sociales son la mejor biografía posible. Lo creo porque no todo es blanco o negro, porque hay días y días y porque hay que querer conocerse en todos. Mi mejor biografía son mis poemarios «Viajes a Kerguelen», «Corazón y tiempo», «No me vas a encontrar en nadie», «Casi todo lo que tienes que saber tú», y mi novela «Se me olvidó cómo olvidarte»; y lo bueno es que, después de ellos, todavía tengo mucho que enseñaros, que enseñarme y que aprender. Así que, aunque entre sus páginas no esté toda mi vida, ese «casi todo lo que tenéis que saber sobre mí», no son un mal principio y sí una buena continuación.
Escribo para describir lo que llevo dentro, lo que hay en los demás, lo que casi ni se ve pero se siente. Para saber lo que quiero, lo que quise y lo que querré. Para poner en orden todos los caos que me persiguen, para perderme en todos los desastres que soy. Escribo porque no tengo ni puta idea de conocerme mejor de otra forma, porque la palabra es mi lugar seguro, porque cuando estoy escribiendo siempre estoy en casa. Y ojalá que vosotros sintáis lo mismo cuando me leáis.