La civilización egipcia, que floreció a lo largo de las orillas del Nilo durante 3.000 años, fue uno de los más extraordinarios y duradera del mundo antiguo. Incluso hoy en día, después de dos mil años desde su entorno, que sigue ejerciendo considerable encanto. Los egipcios han dejado muchas huellas de su cultura, gracias al clima seco del desierto que se ha conservado a lo largo de los siglos. La esfinge y muchas pirámides, momias, máscaras funerarias, decoraciones funerarias, los papiros, por tanto, se han preservado de la destrucción, el destino común de muchos restos antiguos.
Egipto es, de hecho, también conocido como el “don del Nilo” debido a las inundaciones del río depositada sobre una capa de limo campos fértiles, vitales para el crecimiento de los cultivos. Ya en tiempos prehistóricos, los primeros habitantes aprendieron a sembrar y plantar sus cosechas en los campos cubiertos por el barro aún después de que las aguas se habían retirado. He recogido, casi siempre abundante, hizo posible que esa civilización para prosperar y lograr un brillo nunca antes conocida. Los antiguos egipcios llamaban el fértil valle del Nilo kemet, “tierra negro”, y ellos mismos remet-en-kemet, “el pueblo de la tierra negro”, y el desierto que rodea la ciudad estaba dicho Deshret, “tierra roja”.