Nuestra protagonista, una joven periodista mallorquina que trabaja para un diario en Barcelona, acaba de cumplir treinta años. Blai, que pinta retratos envejecidos de sus amigos, es incapaz de pintarla y ella se siente una musa en excedencia, ‘una idea para un cuadro que no acaba de definirse en un cuadro. Porque quizá se le ha pasado el momento. O no le ha llegado aún. Si es que tiene que llegarle’.
Su vida, aparentemente estable, empieza a tambalearse cuando descubre que le van a subir el alquiler y a que dentro de seis meses perderá su trabajo. Mientras tanto, sus amigos comienzan a emparejarse, a hipotecarse y a plantearse tener hijos, ella descubre por casualidad una carta que un inglés escribe a una chica de Barcelona en la que le pide matrimonio y duda en si hacérsela llegar o no.
La cubierta de Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 años ha sido diseñada por Marina Gómez, vocalista inconfundible del aclamado grupo indie Klaus&Kinski. La traducción está realizada por la escritora Jenn Díaz quien acaba de publicar en catalán la novela Vida familiar que ha recibido el Premi Mercè Rodoreda.
Sobre o autor
Llucia Ramis (Palma de Mallorca, 1977). Natural de Palma de Mallorca, posteriormente se trasladó a Barcelona para estudiar Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona y para trabajar como periodista en diversos periódicos, igual que la protagonista de este libro. Aquí ya empezamos a pensar que la novela tiene algo o mucho de autobiográfico porque cuando la escribió, Llucia acababa de cumplir treinta años. ¿Tendría también un amigo incapaz de pintarla? ¿Encontraría por casualidad la carta de un inglés a una chica pidiéndole que se case con ella?
Después de publicar Coses que et passen a Barcelona quan tens 30 anys, su primera novela, que tenemos la suerte de ofrecerte traducida al castellano, publicó Egosurfing con el que obtuvo el Premio Josep Pla, Todo lo que una tarde murió con las bicicletas y por último Las posesiones que ha ganado el Premio Anagrama de novela en catalán.
En todas sus libros destaca un estilo desenfadado, su sentido del humor y el retrato generacional que dibuja en sus líneas, con el que muchos nos podemos sentir identificados.