Las plantas, al igual que los seres humanos, tienen conciencia y pueden crecer ante la adversidad. Pueden incluso sobrevivir ante una catástrofe nuclear como la de Chernóbil. Los rayogramas de Anaïs Tondeur reunidos en este extraordinario herbario buscan captar el trauma sufrido por los vegetales al haber sido sometidos a una fuerte radiación y documentan la resiliencia de las semillas que han crecido en la ‘zona de exclusión’.
Cada imagen va acompañada de una meditación filosófica de Michael Marder que, a su vez, testimonia cómo nuestra biosfera es un único y grande ser vivo. El desastre nuclear alteró las plantas, los animales, los cuerpos y también la conciencia del hombre.
Los Fragmentos de una conciencia explotada de Marder hilan la narración de este herbario que nos invita a repensar la naturaleza y nuestra relación con el medioambiente desde la perspectiva vegetal.
Sobre o autor
Michael Marder es profesor de investigación Ikerbasque en el departamento de filosofía en la Universidad del País Vasco. Trabaja en la tradición fenomenológica de la filosofía continental, pensamiento ambiental y filosofía política. Recientemente, ha escrito sobre las implicaciones éticas de lo que él nombró el ‘pensamiento vegetal’.
Anaïs Tondeur es una artista visual que vive y trabaja en París. Desarrolla una práctica interdisciplinaria enfocada en el pensamiento ecológico. Colabora regularmente con antropólogos y filósofos, geólogos y matemáticos, biólogos y ecologistas, en el marco de residencias y laboratorios científicos. Sus trabajos han sido expuestos en todo el mundo.