Este trabajo ha sido seleccionado por académicos como culturalmente importante y es parte de la base de conocimiento de la civilización tal como la conocemos. Este trabajo se reprodujo a partir del artefacto original y sigue siendo lo más fiel posible al trabajo original. Por lo tanto, verá las referencias de derechos de autor originales, los sellos de la biblioteca (ya que la mayoría de estos trabajos se encuentran en nuestras bibliotecas más importantes del mundo) y otras anotaciones en el trabajo.
Sobre o autor
Agustín de Hipona, también conocido como San Agustín, San Austin, era obispo de Hipona Regio (actual Annaba, Argelia). Fue un filósofo y teólogo latino de la provincia africana del Imperio Romano y generalmente es considerado como uno de los más grandes pensadores cristianos de todos los tiempos. Sus escritos fueron muy influyentes en el desarrollo del cristianismo occidental. Según su contemporáneo Jerónimo, Agustín ‘estableció de nuevo la antigua fe’. En sus primeros años estuvo fuertemente influenciado por el maniqueísmo y luego por el neoplatonismo de Plotino. Después de su conversión al cristianismo y su bautismo en 387, Agustín desarrolló su propio enfoque de la filosofía y la teología, acomodando una variedad de métodos y diferentes perspectivas. Creía que la gracia de Cristo era indispensable para la libertad humana, y enmarcaba los conceptos del pecado original y la guerra justa. Cuando el Imperio Romano de Occidente comenzaba a desintegrarse, Agustín desarrolló el concepto de la Iglesia Católica como una Ciudad espiritual de Dios (en un libro del mismo nombre), distinta de la Ciudad material de la Tierra. Sus pensamientos influyeron profundamente en la cosmovisión medieval. La Ciudad de Dios de Agustín estaba estrechamente identificada con la Iglesia, la comunidad que adoraba a la Trinidad. En la Iglesia Católica y en la Comunión Anglicana, es un santo y preeminente Doctor de la Iglesia. Muchos protestantes, especialmente los calvinistas, lo consideran uno de los padres teológicos de la Reforma protestante debido a su enseñanza sobre la salvación y la gracia divina. En la Iglesia Ortodoxa Oriental también se lo considera un santo. Lleva el título adicional de Beato. Entre los ortodoxos, se le llama ‘Beato Agustín’ o ‘San Agustín el Beato’.