‘Uno no nace hombre, se hace’. El autor toma prestadas estas palabras de Erasmo de Rotterdam con el fin de describir su lucha particular para armarse ante la exigencia de la vida diaria. Y aclara también: ‘cuando empleo la palabra hombre, incluyo evidentemente… a la mujer’.
En El oficio de ser hombre, Alexandre Jollien se enfrenta a las grandes experiencias del ser humano: el sufrimiento, la comparación con el otro, la necesidad del progreso diario; abordando cada problema como una lucha alegre. Traducido a varios idiomas y con un preámbulo de Michel Onfray, la obra pretende dar algunas ideas para avanzar con ligereza en las caminos de la existencia, invitando al lector a que transforme su mirada, dando sentido al sufrimiento para que este no tenga la última palabra y que la dicha permanezca.
Tras la publicación de un primer libro, Elogio de la debilidad (1999), Jollien escribe El oficio de ser hombre (2002), que Octaedro publica ahora previamente a su última obra, El filósofo desnudo (2010), con más de 100.000 ejemplares vendidos en Francia, y de próxima aparición en esta misma colección.
Cuprins
La fuerza del débil, por Michel Onfray
Prólogo
I. De un alegre combate
II. De la unicidad del hombre
III. Del sufrimiento
IV. Del cuerpo
V. Lo que deforma
VI. Mi semejante me quiere distinto
VII. El oficio de ser hombre
Sobre el autor
Despre autor
Alexandre Jollien, hombre, escritor y filósofo, como a él le gusta que se le defina, nace en el cantón de Valais (Suiza) en 1975, estrangulado por el cordón umbilical, lo que le dejará discapacitado de por vida. Tras pasar diecisiete años en una institución especializada, empieza sus estudios en el instituto en 1995, hasta que un libro que resume el pensamiento de Platón y que cae por azar en sus manos le decide a estudiar Filosofía en la Universidad de Friburgo, donde se licenciará en 2004, y también en el Trinity College de Dublín, donde aprenderá griego antiguo.
Con la filosofía, Alexandre Jollien descubre un proyecto de vida: la necesidad de asumir la discapacidad y la búsqueda de la sabiduría, con el objetivo de eliminar el miedo y el odio de su vocabulario, vivir el momento presente y encontrar la paz. En vez de reivindicar el derecho a la diferencia con el que había sido educado, considera que hay que asumir la propia singularidad construyendo la propia vida como una obra de arte. Casado con Corinne y padre de tres hijos, se dedica a escribir, a dar conferencias y a participar en eventos relacionados con el tema de la discapacidad.