Queremos que los alumnos aprendan lo mejor posible y para hacerlo, los docentes tienen que enseñar de la mejor forma y éste es un camino que no se recorre sólo con buenas intenciones. Elegir qué enseñar, cómo, cuándo y con qué enseñarlo requiere planificación, metodologías de transmisión y estrategias de evaluación del aprendizaje y de la enseñanza, que conduzcan a obtener los mejores resultados posibles. Exige comprender que el alumno tiene su bagaje de experiencias y conocimientos anteriores en los cuales anclará el nuevo conocimiento, que tiene expectativas y sufre frustraciones que, muchas veces, está en sus manos alentar o desalentar. Hay que reconocer que la buena enseñanza tiene una dimensión fundamentalmente ética, esto es que no puede alcanzarse sin una clara conciencia de su importancia y trascendencia. Aportar a esa buena enseñanza es el objetivo que subyace en este texto y que da sentido a la búsqueda que es de esperar sea compartida y enriquecida por todos los docentes.
Despre autor
Cecilia Mazzeo
Ana maría Romano