Al aparecer Augusto a la puerta de su casa extendió el brazo derecho, con la mano palma abajo y abierta, y dirigiendo los ojos al cielo quedóse un momento parado en esta actitud estatuaria y augusta. No era que tomaba posesión del mundo exterior, sino era que observaba si llovía. Y al recibir en el dorso de la mano el frescor del lento orvallo frunció el sobrecejo. Y no era tampoco que le molestase la llovizna, sino el tener que abrir el paraguas. ¡Estaba tan elegante, tan esbelto, plegado y dentro de su funda! Un paraguas cerrado es tan elegante como es feo un paraguas abierto.
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Limba Spaniolă
● Format EPUB ● ISBN 9782383837008 ● Mărime fișier 0.4 MB ● Editura Librorium Editions ● Publicat 2023 ● Descărcabil 24 luni ● Valută EUR ● ID 8771517 ● Protecție împotriva copiilor DRM social