Muchas democracias aparecen recorridas por un temible fantasma: el hastío o la fatiga. La ciudadanía se muestra harta de sus instituciones, exhausta de sus representantes. Se habla de democracias que ya no ‘mueren’ como antes, de un golpe de Estado, sino de muerte lenta, y a partir de un paulatino desmantelamiento que llevan a cabo, por medio de pasos legales, quienes han llegado a apropiarse del poder.
Ante este diagnóstico desalentador, Roberto Gargarella plantea explícitamente la gran pregunta leninista: ¿Qué hacer? Y argumenta en dos direcciones absolutamente originales. No se trata de emparchar el sistema de frenos y contrapesos entre los tres poderes del Estado, o de mejorar el control judicial, o de depurar el sistema político de funcionarios corruptos o incapaces. El problema no está en la Constitución ni en las personas aisladas. El problema es que nuestras instituciones tienen doscientos años y están a años luz de las demandas y necesidades sociales. Fueron pensadas para preservar el poder de las minorías en épocas de guerra entre facciones y para mantener a raya a las mayorías, que solo pueden participar formalmente a través del voto.
Frente a esto, hay que empezar todo de nuevo, con el norte de un ideal que no es utópico ni ilusorio: la conversación entre iguales. Así, a contrapelo de la inercia de los poderes constituidos, este libro apuesta por un sistema institucional más abierto y sensible a las discusiones, capaz de responder al principal drama de nuestro tiempo, las desigualdades. Un sistema que atienda las movilizaciones populares y organice espacios de deliberación inclusiva en vez de conciliábulos de expertos. Nada de esto es abstracto: sucedió en 2018 en la Argentina con la ley de interrupción voluntaria del embarazo; en Chile con el inicio de un proceso constituyente impensable hace unos años; en Irlanda con el debate sobre matrimonio igualitario y aborto; en Islandia con el proceso de reforma constitucional; y en Canadá con el sistema electoral.
Después de tres décadas de pensar los pilares del constitucionalismo, Roberto Gargarella ha escrito una obra conmovedora por su compromiso intelectual y su voluntad de intervención fuerte en pos de una democracia que dé –por fin– la voz a las mayorías.
Despre autor
Roberto Gargarella es abogado y sociólogo (UBA), doctor en Leyes por la Universidad de Chicago y la UBA, con estudios posdoctorales en el Balliol College (Óxford). Profesor titular en la UBA y en la Universidad Torcuato Di Tella, es uno de los juristas más respetados y consultados en América Latina por su trayectoria académica y su intervención en el debate público. Sus principales temas de indagación son el constitucionalismo y la democracia, el castigo penal, la desobediencia civil, el Poder Judicial y los derechos sociales. Entre sus decenas de libros y artículos, se encuentran La derrota del derecho en América Latina, Carta abierta sobre la intolerancia, Castigar al prójimo, Por una justicia dialógica (los cuatro, publicados por Siglo XXI Editores), The legal foundations of inequality. Constitutionalism in the Americas, 1776-1860 (Cambridge University Press) y Latin American constitutionalism, 1810-2010 (Oxford University Press).