Los últimos días de Immanuel Kant sigue siendo uno de los textos más singulares y elaborados de Thomas de Quincey. Gracias en buena medida a las memorias firmadas por Ehregott Wasianski, el ensayista inglés pudo prestar sus palabras al fiel amigo de Kant y relatar los últimos momentos del célebre filósofo ilustrado. Siguiendo meticulosamente el flujo de los acontecimientos, De Quincey nos da cuenta en sus páginas de las preocupaciones que invaden ahora a ese pobre espíritu en otro tiempo brillante. Atrapado por su vejez y por sus problemas de salud, el filósofo aparece retratado como un hombre agotado y enfermo.
Sus pérdidas de memoria y de equilibrio afligen a Wasianski, que intenta por todos los medios hacer su vida más llevadera hasta el último aliento. No hay que perder de vista, sin embargo, que, aun apoyándose en los testimonios de algunos de sus coetáneos, lo que De Quincey pone ante el lector es una obra de no ficción especulativa, sujeta a intromisiones discursivas y a sutilísimas desviaciones biográficas, y en la que la figura del filósofo es sublimada al tiempo que satirizada en sus facetas más íntimas. De esta mezcla de ironía y ternura termina por desprenderse una profunda melancolía, la del tiempo que pasa y que destruye inexorablemente hasta las mentes más preclaras.
Despre autor
THOMAS DE QUINCEY (Manchester, Reino Unido, 1785-Edimburgo, 1859), ensayista y crítico literario británico, huyó desde muy joven del influjo paterno. Con apenas diecisiete años escapó a Gales y poco después se trasladó a Londres, donde vivió de incógnito y conoció la pobreza. Tras reconciliarse con los suyos en 1803, De Quincey regresó a la próspera casa familiar e ingresó en el Worcester College de Oxford. En 1804, mientras aún estaba en la universidad, mantuvo sus primeras experiencias con el opio, al que sería adicto el resto de su vida. En 1817 contrajo matrimonio con Margaret Simpson, quien ya le había dado un hijo. Aunque por esa época escribía ya de manera imperiosa, casi no publicaba. La aparición de sus Confesiones de un opiófago inglés, en 1821, le hizo conocer un éxito inesperado y vino a paliar su nefasta situación económica como cabeza de familia numerosa. En 1828 se trasladó a Edimburgo, donde residiría hasta su muerte. Tras el fallecimiento de su esposa en 1837, De Quincey se volvió cada vez más solitario y excéntrico. De los más de veinte volúmenes que componen sus obras completas, destacan Leyendo a las puertas de Macbeth (1823), uno de los clásicos de la crítica shakeasperiana del siglo XIX; Los últimos días de Immanuel Kant (1827; Firmamento, 2021), publicado originalmente en Blackwood’s Edinburgh Magazine; Del asesinato considerado como una de las bellas artes (1827); Suspiria de profundis (1845), continuación de las Confesiones; Juana de Arco (1847); El coche correo inglés (1849) y Apuntes autobiográficos (1853).