Esta obra central en el universo benjaminiano se empezó a escribir en los años treinta del pasado siglo como contrapeso al mítico (y extrañado) proyecto del Libro de los Pasajes y al ascenso de los nazis al poder.
Benjamin se torna a mirar su propia infancia: el nacimiento del ‘apetito de historias’ en un niño enfermizo. No obstante, influido por Proust (de quien fue traductor), el autor alcanza una resonancia mayor y le devuelve su libertad fundacional a la forma ensayística: capta la compleja trama de temporalidades que nos conforma, la resistencia del pasado a marcharse y su promesa de futuro. Con un acercamiento detallista y ensoñado, Benjamin observa un teléfono, un costurero o un parque en medio de la ciudad, y extrae de ellos el fundamento de la imaginación infantil, la magia de un pensar en imágenes, porque este libro es un mapa de la ciudad y un manual de instrucciones de la infancia en un momento en que ambas, ciudad y niñez, han desaparecido. Sin embargo, como siempre en Benjamin, lo extinguido adquiere una súbita modernidad. Y su mirada, entrenada en el arte de la espera, se transforma en una cartografía de los sueños contemporáneos.
Despre autor
El desesperado suicidio de Walter Benjamin durante su huida de los nazis, el 26 de septiembre 1940 en Portbou, se ha convertido en un símbolo que define la trágica historia del pensamiento en el convulso siglo XX.
El autor alemán combinó una rarísima mezcla de erudición, imaginación interpretativa, sagacidad política y sensibilidad literaria. Su obra, afortunadamente asistemática e inagotable, condensa las reflexiones más lúcidas de nuestro tiempo sobre arte, política y literatura. Por eso, ochenta años después de su trágica muerte, su eco está más vivo que nunca.