Los personajes que pueblan el Michigan rural de los relatos de Desguace americano saben reparar coches y lavadoras, saben disparar, saben descuartizar lo que atropellan y saben limpiar lo que cazan; saben también beber, curarse las heridas y cocinar metanfetamina, pero son del todo incapaces de prosperar en la América postindustrial. Entre ellos hay quien aún se dedica a almacenar combustible y munición a la espera del fin del mundo, pero casi todos hace ya tiempo que han renunciado. Ya no se engañan pensando que puede quedar algo rescatable y han optado por el entumecimiento, prefieren ahogarse en alcohol barato y drogas de fabricación casera. Por eso aman y odian de manera extravagante. En el fondo, son como el montón de convertidores catalíticos que almacena King Cole en su desguace: cuerpos sucios y oxidados por el aguanieve, el barro y la sal de la carretera, pero con un núcleo de platino en su interior…
Este libro fue finalista del National Book Award en 2009
«Desguace americano no es un libro para cobardes. Estos relatos audaces, estos personajes desesperados, pueden robarte la cartera, romperte el corazón y darte un puñetazo en el estómago antes que confesarte que la redención es posible en estos tiempos oscuros.»
Rachael Perry, autora de How to Fly
«Campbell es una voz americana: dos cucharadas de miedo saludable, una de estremecimiento, una de ironía y una de realismo.»
Los Angeles Times
En estos relatos sobre la vida de la clase obrera de Michigan, repletos de frío, soledad y metanfetamina, hay cierta belleza que alcanza cotas parecidas a la sublimidad de un cuento de D. H. Lawrence.»
Chicago Tribune
Об авторе
Bonnie Jo Campbell (1962) creció en una pequeña granja de Michigan con su madre y sus cuatro hermanos y puede que sea una de las únicas beneficiarias de una beca Guggenheim que sabe cómo se castra un cerdo. Cuando se marchó a Chicago a estudiar filosofía, su madre alquiló su habitación. Después se recorrió EE.UU. y Canadá haciendo autoestop.
Un día vio en una farola de Phoenix un cartel del célebre circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey y se unió a la caravana vendiendo granizados. Los demás vendedores eran tipos rudos, desdentados, tatuados y llenos de cicatrices. La gente prefería el puesto de Bonnie Jo porque parecía la vecina inocente de la puerta de al lado. Se sacó mucha pasta. Más tarde ascendió los Alpes en bicicleta y organizó viajes de aventura por Rusia, los países bálticos y Europa del Este.
En 1992, tras obtener un máster en matemáticas, comenzó a escribir sobre la vida en las pequeñas localidades rurales de Michigan. Es autora de dos novelas y tres colecciones de relatos y ha sido nominada al National Book Award en dos ocasiones. Actualmente reside con su marido y otros animales en las afueras de Kalamazoo. Estudia Kobudō, «el camino antiguo del guerrero», el arte marcial ancestral de Okinawa, y le gusta pasar el rato con sus dos burros: Jack y Don Quijote. En su refugio subterráneo ideal para el fin del mundo habrá arroz, frijoles, frutos secos, hortalizas deshidratadas, agua, una buena reserva de guantes y calcetines (porque es de pies fríos), material para escribir y todo Dickens. Su bar favorito es el Tap Room, donde suele haber peleas. Le gusta estar donde está la vida. La gente de ese bar son los personajes que pueblan sus relatos, su tribu. Aunque conviene señalar que ya no bebe ni se pelea tanto como antes, porque necesita estar despejada por las mañanas para poder escribir.