A comienzos de enero de 1956, Adorno anotó dos reflexiones sobre los sueños que demuestran el especial interés que tenía al respecto: ‘Ciertas experiencias oníricas me permiten suponer que el individuo vive su propia muerte como catástrofe cósmica’. Y: ‘Nuestros sueños no sólo están vinculados entre sí en cuanto ‘nuestros’, sino que forman también un continuo, pertenecen a un mundo unitario, lo mismo, por ejemplo, que todos los relatos de Kafka transcurren en ‘lo mismo’. Pero cuanto más estrechamente conectados entre sí están los sueños o se repiten, tanto más grande es el peligro de que ya no podamos distinguirlos de la realidad’.
Об авторе
Filósofo alemán postmarxista, realizó un prolífico trabajo en los campos de la sociología, crítica literaria, musicología e incluso ejerció como compositor. Uno de los principales representantes, junto con Horkheimer y Marcuse, de la primera generación de la Escuela de Francfort fundamentada esencialmente en la teoría crítica.