En las primeras décadas de la democracia, Gendarmería era sinónimo de Centinelas de la Patria. Sus efectivos estaban habituados a los pueblos de frontera y a los operativos en la montaña, la selva, la puna. En el curso del siglo XXI, un porcentaje cada vez mayor fue destinado a las zonas más calientes del Conurbano bonaerense, CABA y Rosario, donde pasaron a convivir con poblaciones en situación de pobreza, hacinamiento, exclusión. Y a prestar servicio en condiciones tan precarias como exigentes. Ni la política ni la sociedad tomaron nota de las consecuencias de semejante mutación. Tal vez por eso, buena parte del arco progresista interpretó los hechos de violencia que protagonizó la fuerza en años recientes desde la memoria traumática del terrorismo de Estado, antes que desde aquello que había ocurrido con los y las gendarmes en los quince años previos. El miedo y la sospecha impidieron preguntarse por las condiciones que habían contribuido a desencadenarlos. Sostenido en una investigación de muchos años, este libro ayuda a entender la dimensión del problema y hasta qué punto excede la cuestión de la seguridad.
Este libro reconstruye el accionar cotidiano de la Gendarmería, una fuerza que creció exponencialmente para absorber tareas policiales. Muestra cómo operan los destacamentos móviles antidisturbios o las unidades de policía de proximidad en las villas. Explica cómo afectan a los gendarmes el desarraigo familiar, la insuficiencia de formación, los horarios extenuantes, las imprevisiones y los vínculos de subordinación con sus superiores. Y cómo gestionan conflictos con poblaciones que habitan en los bordes de la inclusión social, ahí donde no llegan otras formas de protección estatal. Revela también que la aceptación social o la legitimidad de la Gendarmería se debieron en gran medida a que la faz represiva estuvo fuertemente contenida, y a que la mediación y la negociación eran los recursos políticos más habituales.
Om författaren
Sabina Frederic es doctora en Antropología Social por la Universidad de Utrecht (Países Bajos), profesora titular de la Universidad Nacional de Quilmes e investigadora independiente del Conicet. Fue subsecretaria de Formación del Ministerio de Defensa de la República Argentina (2009-2011) y directora del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Nacional de Quilmes (2012-2015).En 2014 recibió el Primer Premio Nacional de Cultura en la categoría de ensayo antropológico por Las trampas del pasado. Las Fuerzas Armadas y su integración al Estado democrático. En 2019 fue designada ministra de Seguridad de la Nación.