Escritas en diversos momentos de su vida, Miguel de Cervantes recopiló una docena de sus novelas cortas e hizo que se imprimieran en 1613, tres años antes de su muerte, titulándolas Novelas ejemplares. Ya había alcanzado la fama y podía sentirse a salvo de las envidias literarias y censuras de la época. En ese sentido, el calificativo ejemplares señala la propuesta de una literatura entendida como arte de narrar, y también una opción por la ejemplaridad de lo humano, precisamente por serlo. Hoy valoramos el alcance de aquel gesto, punto de partida de cuatro siglos de narrativa. Las doce novelas cervantinas aquí incluidas son mucho más que algo histórico para los eruditos. Siguen siendo ejemplares en lo que fue también su propósito: entretener y divertir al lector.
สารบัญ
Prólogo al lector
Dedicatoria
La gitanilla
El amante liberal
Rinconete y cortadillo
La española inglesa
El licenciado Vidriera
La fuerza de la sangre
El celoso extremeño
La ilustre fregona
Las dos doncellas
La señora Cornelia
El casamiento engañoso y coloquio de perros
เกี่ยวกับผู้แต่ง
Miguel de Cervantes Saavedra fue novelista, poeta, dramaturgo y soldado. Se cree que nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares y murió el 22 de abril de 1616 en Madrid, pero fue enterrado el 23 de abril y popularmente se conoce esta fecha como la de su muerte. Es considerado la máxima figura de la literatura española. Es universalmente conocido, sobre todo por haber escrito El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal. Se le ha dado el sobrenombre de Príncipe de los Ingenios. Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547. Fue el cuarto de los siete hijos de un modesto cirujano, Rodrigo de Cervantes, y de Leonor Cortinas. A los dieciocho años tuvo que huir a Italia porque había herido a un hombre; allí entró al servicio del cardenal Acquaviva. Poco después se alistó como soldado y participó heroicamente en la batalla de Lepanto, en 1571; donde fue herido en el pecho y en la mano izquierda, que le quedó anquilosada. Cervantes siempre se mostró orgulloso de haber participado en la batalla de Lepanto.Continuó unos años como soldado y, en 1575, cuando regresaba a la península junto a su hermano Rodrigo, fueron apresados y llevados cautivos a Argel. Cinco años estuvo prisionero, hasta que en 1580 pudo ser liberado gracias al rescate que aportó su familia y los padres trinitarios. Durante su cautiverio, Cervantes intentó fugarse varias veces, pero nunca lo logró. Cuando en 1580 volvió a la Península tres doce años de ausencia, intentó varios trabajos y solicitó un empleo en las indias que no le fue concedido. Fue una etapa dura para Cervantes, que empezaba a escribir en aquellos años. En 1584 se casó y, entre 1587 y 1600, residió en Sevilla ejerciendo un ingrato y humilde oficio –comisario de abastecimientos-, que le obligaba a recorrer Andalucía requisando alimentos para las expediciones que preparaba Felipe II. La estancia en Sevilla parece ser fundamental en la biografía cervantina, pues tanto los viajes como la cárcel le permitieron conocer todo tipo de gentes que aparecerán como personajes en su obra. Cervantes se transladó a Valladolid en 1604, en busca de mecenas en el entorno de la corte, pues tenía dificultades económicas. Cuando en 1605 publicó la primera parte del Quijote, alcanzó un gran éxito, lo que le permitió publicar en pocos años lo que había ido escribiendo. Sin embargo, a pesar del éxito del Quijote, Cervantes siempre vivió con estrecheces, buscando la protección de algún mecenas entre los nobles, lo que consiguió solo parcialmente del conde de Lemos, a quien dedicó su última obra, Los trabajos de Persiles y Segismunda.