A principios de la década de 1930, el extranjero Woland llega a Moscú. Esto marca el inicio de un sinfín de episodios misteriosos e inconcebibles. El forastero no es sino el mismísimo Satanás, quien, en su constante peregrinar por el tiempo y el espacio, cae en un lugar y en una época en que nadie cree ni en Dios ni en el Diablo, y en que todos niegan la existencia histórica de Jesucristo. En esa Moscú, sin embargo, vive un hombre -el Maestro- que ha escrito una novela sobre los últimos días de Jesús; pero se encuentra en el manicomio, adonde lo condujo, entre otras cosas, el apasionado apego a su obra, sometida a una crítica furibunda por parte de los censores y los escritores contemporáneos. El Maestro, desesperanzado, decide quemar la novela. Sólo hallará ‘paz’ gracias a la abnegación de su amada Margarita.
El maestro y Margarita es, sin dudas, la obra más famosa de Mijaíl Bulgákov. Es en ella donde el escritor ha plasmado más acabadamente sus ideas sobre el sentido de la vida y de la historia, el mal y el bien, la libertad y el arte, el amor y la muerte. La novela, una denuncia tan genial como feroz contra el nuevo régimen soviético, no fue publicada en vida del autor; tardaría casi tres decenios en ver la luz. Por la especificidad de su género, la complejidad de su composición y la multiplicidad de sentidos que encierra, el Maestro y Margarita es una de las cumbres narrativas del siglo XX, junto a las grandes creaciones de Proust, Joyce, Kafka, Rulfo o Thomas Mann.
เกี่ยวกับผู้แต่ง
Mijaíl Afanásievich Bulgákov nació en Kiev en 1891. En 1909 ingresó a la Facultad de Medicina y a partir de 1916 trabajó como médico en un pueblo de la provincia de Smolensk; luego se trasladó a la ciudad de Viazma. Las impresiones de aquellos años sirvieron de base al ciclo de cuentos Memorias de un médico joven (1925-1926). Después de la Revolución de octubre de 1917, Bulgákov regresó a Kiev. Durante la Guerra Civil vivió un tiempo en Vladikavkaz y en 1921 se trasladó a Moscú, donde transcurre la acción de Los huevos fatales (1925) y de Corazón de perro (1925, publicado en 1968 en Gran Bretaña). En 1925, publicó en la revista Rusia y la novela La guardia blanca. Ese mismo año comenzó a trabajar en una pieza teatral ligada argumental y temáticamente a esta última, y que más tarde recibiría el nombre de Los días de los Turbín (1926). El proceso de creación de dicha pieza es descrito en Memorias de un difunto, publicado de manera póstuma como La novela teatral (1965). Más tarde escribió dos obras satíricas sobre la vida soviética de los años veinte, El departamento de Zoia (1926) y La isla púrpura (1927), así como un drama sobre la Guerra Civil y la primera emigración rusa, La huida (1928, prohibido poco después de su estreno).