Si fuésemos a hacer una encuesta entre los lectores de este capítulo concluiríamos que cada uno tiene un propósito específico por el cual quiere leer acerca de las pérdidas. Puede que usted haya perdido recientemente a alguien a quien amaba mucho. Puede haber sido su cónyuge de muchos años, un niño de unos cuantos meses de nacido, un padre amoroso o un amigo en quien confiaba mucho. Cualquiera que haya sido la relación, la separación ha sido dolorosamente agonizante. Tal vez se acabe de enterar de que le ha vuelto el cáncer y no hay nada que hacer. O puede que esté enfrentando la pérdida de su empleo, su carrera, su casa o su negocio.
La pérdida y el sufrimiento de cada uno de nosotros tienen su propria y única cualidad. No hay extraño que pueda comprenderla del todo. Yo no afirmo conocer ni entender en toda su profundidad la pérdida por la que usted está pasando. Pero sí sé esto: todos sufriremos algún tipo de pérdida. Nadie está exento; e independientemente de cuál haya sido la pérdida, se siente como si a uno le hubiesen hecho un agtjero en el alma que no se puede remendar. El difícil pero necesario proceso de lidiar con cualquier pérdida se llama aflicción. – TIM JACKSON
Table of Content
1-¿Cuál es el alcance de mi pérdida?
2-¿Cómo nos afecta la pérdida?
3-¿Qué es la aflicción?
4-¿Por qué nos afligimos?
5-¿Puede sacarse algo bueno de la pérdida?
6-¿Cuál es el proceso de lidiar con la pérdida?
7-Cómo ayudar al afligido
8-El recuerdo
About the author
Tim Jackson