Aura Blanca refiere una leyenda camagüeyana (provincia cubana en que nació Gertrudis Gómez de Avellaneda) inspirada en un sucedido popular acontecido en el siglo XIX. Cuentan que en mayo de 1860 un ave blanca emergió entre una bandada de auras que surcaban el cielo sobre el hospital de san Lázaro.
Este peculiar pájaro se dejó atrapar fácilmente, casi como una mascota. Al día siguiente todo Puerto Príncipe comentaba que el alma del Padre Valencia, tantas veces invocada por los enfermos había hecho presencia a través del animal. Al mes siguiente, el ejemplar sería expuesto en la Casa de Gobierno.
De ahí surgió una leyenda que inmortalizara Gertrudis Gómez de Avellaneda. Según la leyenda creada por el pueblo, el religioso franciscano José de la Cruz Espí, conocido como el Padre Valencia, gozaba del cariño del pueblo: brindaba toda clase de servicios, mediaba en disputas y aconsejaba a quién necesitara de él.
Construyó un hospital y este pasaba por malos momentos económicos y sus pacientes estaban llenos de carencias. Era una especie de benefactor natural, y con su muerte el período de escasez empeoró.
Aura Blanca es, sin lugar a dudas, una apología de la caridad personificada a través del religioso Padre Valencia.
Yazar hakkında
Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey, 1814-Madrid, 1873). Cuba.
Era hija de un oficial de la marina española y de una cubana. Escribió novelas y dramas y fue actriz. Estudió francés y leyó mucho, sobre todo autores españoles y franceses. Tras una corta estancia en Burdeos, vivió un año en La Coruña y después en Sevilla, donde conoció a Ignacio Cepeda, con quien tuvo un romance. Por esta época ejerció el periodismo y estrenó su primer drama. Su creciente prestigio literario le permitió establecer amistad con Espronceda y Zorrilla. Poco después se casó con Pedro Sabater, quien murió tres meses más tarde.
Tras un retiro conventual, la Avellaneda volvió a Madrid y, entre 1846 y 1858, estrenó al menos trece obras dramáticas. Hacia 1853 quiso entrar en la Academia Española, pero se le negó por ser mujer. En 1855 se casó con el coronel Domingo Verdugo, conocida figura política que en 1858 fue víctima de un atentado. Más tarde éste fue nombrado para un cargo oficial en Cuba. Entonces la Avellaneda dirigió en La Habana la revista Álbum cubano de lo bueno y de lo bello (1860).
Su marido murió en 1863 y ella se fue a los Estados Unidos. Estuvo en Londres y París y regresó a Madrid en 1864.
Durante los cuatro años siguientes vivió en Sevilla. Utilizó el seudónimo de La peregrina.