El amor a la vida y a la juventud, melancólicamente representada por un viejo pintor que anhela volver vivir su amor por la condesa a través de su hija, es la historia que Guy de Maupassant relata en esta novela dura y trágica, que pareciera a simple vista, un relato de un amor malogrado, de esos que hay muchos. Pero no es así. Es el grito desesperado de un pobre viejo por volver a vivir sus años más fulgurantes, donde amó con más ardor y donde las esperanzas colmaban el horizonte sin fin. Es la conciencia de la vejez y la avalancha de eventos que sepultarán en obsolescencia al alguna vez ilustre hombre. Una obra totalmente congruente con la vida de Maupassant, a quien la locura lo acompañó hasta el final de su vida, como en un episodio extraño y demente, cuando uno de sus sirvientes entró en su cuarto espantado después de haber escuchado una detonación de pistola. Maupassant tenía una en la mano y le dijo: ‘¡Mira soy inmortal!’, disparándose en la cien, sin hacerse daño. ‘¿Ves? ¡Puedo abrirme la garganta y no moriría!’. Tomó una daga y se la enterró en el cuello. No murió, pero fue al hospital grave, y nunca se recuperó por completo.
Yazar hakkında
Henri-René-Albert de Maupassant, nació en Normandía, Francia en 1850. Estudió de primera instancia derecho, pero decidido a tener una vocación literaria, se empleó en trabajos burócratas que lo aburrieron a la muerte, pero le daban sustento mientras se dedicaba a sus estudios de escritor. Amigo y discípulo de Gustave Flaubert y Émile Zola, fue un escritor que escudriñaba el alma como nadie. El naturalismo pesimista y la locura fueron siempre características principales en su obra.