Deshonrada
Cuando se es un libertino…
El diplomático Max Ransleigh, al que conocían como Max el Magnífico, era famoso por su encanto, pero una traición política le hizo perder su cargo y reputación. No parecía el salvador más adecuado para una joven de buena familia.
Pero la señorita Caroline Denby no necesitaba que la salvaran; bien al contrario, quería que arruinaran su reputación. Para Caroline, el matrimonio equivalía a una sentencia de muerte, así que cuando conoció a Max, pensó que era la solución a sus problemas. Ahora, solo tenía que convencer a aquel libertino para que hiciera algo útil con su fama.
La misteriosa dama
Tan solo un verdadero libertino podía redimirla.
Will Ransleigh, sobrino ilegítimo del conde de Swynford, estaba dotado del porte aristocrático propio de la nobleza, pero también tenía la astucia y el ingenio de un granuja de la calle. Para limpiar el buen nombre de su primo, decidió embarcarse en una misión que iba a llevarle al otro lado del continente, a un mundo de intriga internacional… y a los brazos de Elodie Lefevre, la dama de sociedad que había manchado el honor de los Ransleigh.
¿Mujer fatal, espía o dama en apuros? Su sensual hechizo le tenía cautivado, pero Will debía mantenerse alerta y lograr descubrir quién era en realidad la misteriosa madame Lefevre…
Yazar hakkında
Julia Justiss creció con el olor del aire del mar. Este hecho la marcó en las dos pasiones de su vida: los marineros y la historia.Durante sus años de estudiante trabajó como guía histórica en Anapolis, acompañando a los turistas por la ciudad colonial y por otra gran atracción del pueblo, la Academia Naval americana. Con el tiempo llegaría a casarse con un oficial de esta academia, con quien tiene un hijo. Pero bastante antes de embarcarse en aventuras románticas, leyó sobre ellas, dejándose llevar a las pirámides del antiguo Egipto, a las patrulleras submarinas de la Segunda Guerra Mundial por el Pacífico Sur o a las mansiones del Sur y a los salones de baile de los reyes en Inglaterra. Después de casarse, escribió un boletín de noticias para la Embajada americana en Túnez, y viajó mucho por Europa. En Túnez, terminó también la primera novela de regencia que afortunadamente nunca salió de su cajón del despacho. Pero aprendió de ese trabajo y aprovechó en el tiempo libre que le quedaba, entre cuidar de sus hijos y hacer mudanzas, para leer. Cuando su marido dejó la Armada para volver a su patria en Texas, empezó su segunda novela. La terminó mientras trabajaba como profesora de francés y esta vez sí consiguió ver su trabajo publicado.