Lo que es cierto para los hombres que viven en prisiones sobrepobladas también lo es para los hombres que viven en las enormes instalaciones de aquellas modernas naciones, cuya innegable dimensión se ha convertido en la causa de las presentes dificultades.
En consecuencia, justo como en el caso de los campos de prisioneros coreanos, la solución a los problemas que enfrenta el mundo, como un todo, no parece estar en la creación de unidades sociales más grandes ni en gobiernos aún más amplios, cuya formación es puesta en marcha por nuestros estadistas con un fanatismo sin creatividad, sino en la eliminación de aquellos organismos hiperdesarrollados que conocemos con el nombre de grandes potencias y en la restauración de un sistema saludable de pequeños y manejables Estados, que caracterizaron las épocas de antaño.
Esta es la propuesta desarrollada en este libro, y no tengo dudas de que muchos la llamarán contraria a todos nuestros conceptos de progreso; lo que es cierto, por supuesto. Lo único que puedo hacer es responder con el profesor Frank Tannenbaum, de la Universidad de Columbia: ‘Déjenlos, dejen que los otros tengan los lemas. Déjenlos superarse a sí mismos de la faz de la tierra, entonces tendrás progreso infinito’.
İçerik tablosu
Agradecimientos – Prólogo – Introducción – 1. Las filosofías de la miseria – 2. La teoría del poder de la agresión – 3. Desunión ahora – 4. La tiranía en un mundo de Estados pequeños – 5. La física de la política – 6. El hombre individual y promedio – 7. La gloria de lo pequeño – 8. La eficiencia de lo pequeño – 9. Unión a través de la división – 10. La eliminación de las grandes potencias – 11. Pero, ¿se hará? – 12. El Imperio americano – Epílogo – Apéndice. Los principios de la federación