Desde el antiguo Egipto han venido las enseñanzas fundamentales y secretas que tan fuertemente han influido en los sistemas filosóficos de todas las razas y de todos los pueblos, durante centurias enteras.
El Egipto, la patria de las pirámides y de la Esfinge, fue la cuna de la Sabiduría Secreta y de las doctrinas místicas.
Todas las naciones han sacado las suyas de sus doctrinas esotéricas, La India, Persia, Caldea, Medea, China, Japón, Asiria, la antigua Grecia y Roma, y otros no menos importantes países se aprovecharon libremente de las doctrinas formuladas por los hierofantes y Maestros de la tierra de Isis, conocimientos que sólo eran transmitidos a los que estaban preparados para participar de lo oculto. Fue también en el antiguo Egipto donde vivieron los tan grandes adeptos y Maestros que nadie después ha sobrepasado, y que rara vez han sido igualados en las centurias que han transcurrido desde los tiempos del Gran Hermes.
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INTRODUCCIÓN – Capítulo I – La filosofía hermética – Capítulo II – Los siete principios herméticos – 1. El principio de mentalismo – 2. El principio de correspondencia – 3. El principio de vibración – 4. El principio de polaridad – 5. El principio de ritmo – 6. El principio de causa y efecto – 7. El principio de generación – Capítulo III – Transmutación mental – Capítulo IV – El Todo – Capítulo V – El universo mental – Capítulo VI – La paradoja divina – Capítulo VII – ‘El Todo’ en todo – Capítulo VIII – Los planos de correspondencia – Capítulo IX – Vibración – Capítulo X – Polaridad – Capítulo XI – Ritmo – Capítulo XII – Causalidad – Capítulo XIII – Género – Capítulo XIV – Género mental – Capítulo XV – Axiomas herméticos
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Hermes Trimegisto fue el padre de la sabiduría, el fundador de la astrología, el descubridor de la alquimia. Los detalles de su vida se han perdido para la historia, debido al inmenso espacio de tiempo transcurrido desde entonces.
La fecha de su nacimiento en Egipto, en su última encarnación en este planeta, no se conoce ahora, pero se ha dicho que fue contemporáneo de las más antiguas dinastías de Egipto, mucho antes de Moisés. Las autoridades en la materia lo creen contemporáneo de Abraham, y en alguna de las tradiciones judías se llega a afirmar que Abraham obtuvo muchos de los conocimientos que poseía del mismo Hermes.
Después de haber transcurrido muchos años desde su muerte (la tradición afirma que vivió trescientos años), los egipcios lo deificaron e hicieron de él uno de sus dioses, bajo el nombre de Toth. Años después los griegos hicieron también de él otro de sus dioses y lo llamaron ‘Hermes, el dios de la sabiduría’. Tanto los griegos como los egipcios reverenciaron su memoria durante centurias enteras, denominándole el ‘inspirado de los dioses’, y añadiéndole su antiguo nombre ‘Trismegisto’, que significa ‘tres veces grande’. Todos estos antiguos países lo adoraron, y su nombre era sinónimo de ‘fuente de sabiduría’.