Bodas reales es la décima y última novela de la tercera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
Bodas Reales nos sitúa a finales del año 1845 y ocupa prácticamente todo el año 1846 (hasta el 10 de octubre, decimosexto cumpleaños de la reina Isabel II) y nos narra la gran cantidad de intrigas, pronunciamientos y cuchicheos tanto nacionales como internacionales para llegar a concertar el matrimonio de Isabel y el de su hermana Luisa.
Tras la caída de Espartero como regente, y para evitar una nueva regencia, la reina Isabel fue declarada mayor de edad a los trece años y casada a los dieciséis con su primo hermano Francisco de Asís de Borbón.
Todo ello nos es contado desde la óptica de una familia de origen manchego, los Carrasco, establecida en Madrid debido a la carrera política del padre, Bruno. La historia nos describe la enfermedad de la madre, Leandra; desde una depresión severa que la llevará a una parálisis, entrará en un proceso cada vez más irreversible que acabará con su muerte. Porque la señora Leandra morirá en Madrid sin haber podido nunca volver a su tierra. Éste es el triste mensaje final de la obra y el cierre de la tercera serie de los Episodios Nacionales.
Tampoco se olvida Galdós, antes de acabar, de nuestro protagonista, Fernando Calpena, que sigue vivo, con su mujer, en un dorado exilio en el sur de Francia.
Giới thiệu về tác giả
Benito Pérez Gáldos (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920). España.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, el 10 de mayo de 1843, Bénito Pérez Gáldos era el menor de los diez hijos de Sebastián Pérez Macías, teniente coronel del Ejército, y María Dolores Galdós Medina, hija de un antiguo secretario de la Inquisición. Como estudiante de bachiller, en el colegio de San Agustín, Galdós evidenció afición por la música y la pintura. En 1861 escribió sus primeros textos, y un año después inició colaboraciones literarias con el bisemanario El Ómnibus, de Canarias. Al año siguiente se trasladó a la capital española para estudiar derecho en la Universidad de Madrid. Allí realizó colaboraciones con el semanario La Nación y la Revista del Movimiento Intelectual de Europa, y conoció a Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, el cual le alentó en sus propósitos literarios.
Tras sus viajes a París, en 1867 y 1868 (como corresponsal de la Exposición Universal), Galdós profundizó en la obra de Balzac, tradujo a Dickens (Papeles póstumos del club Pickwick); en Madrid, pudo presenciar la abdicación de Isabel II (1868) y el ascenso del progresista general Prim. En 1870, tras conocer a Clarín, Galdós escribió sus primeras novelas de influencia romántica y siguió publicando artículos en La Revista de España, en la cual fueron apareciendo después, por entregas, su segunda y tercera novelas. Posteriormente, también publicaría sus relatos en La Ilustración de Madrid.
Siendo ya director de La Revista de España, desde 1872, Galdós pasará los veranos en Santander, donde, ese mismo año, conocerá a Mesonero Romanos, de cuyo contacto obtendrá mucha información para sus Episodios nacionales. La escena política española era convulsa: asesinado Prim, Amadeo de Saboya subió al poder durante tres años escasos, siendo obligado a abdicar ante la venida de la I República. La situación era propicia para que Galdós se entregara a la escritura de Los Episodios nacionales, que ocupó casi todo su tiempo entre 1873 y 1876, año en que comenzó a escribir sus primeras novelas de trasfondo social. Tras el golpe de Estado de 1875, el resto de su vida transcurrirá ya bajo la reinstaurada monarquía borbónica de Alfonso XII y, tras su muerte (1885), con la regencia de María Cristina de Habsburgo. Después de 1876, Galdós iría escribiendo su ingente producción simultaneando los Episodios, las novelas, los relatos, el teatro y las crónicas.
Galdós trabó estrecha amistad con Emilia Pardo Bazán en 1883, el mismo año en que vio rechazada su candidatura a la Academia Española, tras lo cual inició un viaje, con su amigo José Alcalá Galiano, por Inglaterra y otros países de Europa, al que seguirán otros más por España, Portugal y, de nuevo, Europa, hasta 1887.