En este Curso básico de cristianismo, Giussani resume el itinerario de su pensamiento y de su experiencia.
El sentido religioso, que da título al primer libro de este Curso, se identifica con la esencia misma de la racionalidad, y se sitúa en el nivel de la experiencia elemental de todo hombre, aquel en el que el yo se hace preguntas acerca del significado de la vida, de la realidad, de todo lo que sucede, hasta descubrir ese sentido de la dependencia original que es la mayor evidencia para todos los hombres. Un descubrimiento que exalta la razón y que abre a la hipótesis de la revelación, es decir, de que el Misterio desconocido tome la iniciativa y venga al encuentro del hombre.
De esto trata Los orígenes de la pretensión cristiana, el segundo libro del Curso: el cristianismo se presenta como respuesta imprevisible, y sin embargo plenamente razonable, al deseo del hombre de vivir descubriendo y amando su propio destino. En un determinado momento histórico un hombre se identificó a sí mismo con lo divino. ‘He querido expresar en él la razón por la que un hombre puede creer en Cristo: la profunda correspondencia humana y razonable de sus exigencias con el acontecimiento del hombre Jesús de Nazaret’.
Por qué la Iglesia concluye la trilogía del Curso básico de cristianismo: la palabra ‘Iglesia’ indica el fenómeno histórico cuyo único significado consiste en ser para el hombre la posibilidad de alcanzar certeza sobre Cristo. Cristo, después de dos mil años, sigue alcanzando al hombre a través de una realidad que se ve, se siente, se toca: la compañía de los que creen en Él.
Giới thiệu về tác giả
Luigi Giussani (1922-2005), sacerdote milanés, es el fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación. Cursó sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono, donde será profesor durante algunos años. En los años cincuenta abandona la enseñanza en el seminario para dedicarse a dar clases en un instituto de enseñanza media. Desde 1964 hasta 1990 enseña Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán. Sus escritos nacen de una pasión por el hombre, que la fe cristiana lleva a mirar como criatura querida y amada por Dios. Como reconocimiento de este testimonio, en 1995 recibió el Premio Nacional para la Cultura Católica y, en diciembre de 1997, su obra fue presentada en la ONU como expresión especialmente feliz del ‘sentido religioso’ que habita en el corazón de todo hombre. Encuentro ha publicado casi todas sus obras en español.