De Nuevo México a Nueva Guinea, de la Amazonia a Corea y de Cerdeña a Mali, estos relatos de Luisa Valenzuela están marcados por la presencia de las máscaras. Buscadas expresamente o halladas de las maneras más azarosas, las máscaras remiten a tradiciones que se pierden en el tiempo, al duelo o la celebración, y necesariamente a un más allá cuyas criaturas se empeñan en intervenir en la vida presente de los enmascarados y su entorno cercano.
Siempre atenta a un posible encuentro con estos enigmáticos artefactos, la autora se sobrepone a los accidentes del terreno, a las distancias y al cansancio con tal de no perderse la ceremonia que ha venido a buscar o de la que acaba de enterarse. Y una vez en el lugar es de todo menos una observadora distante: respetuosa al extremo, desde los espacios que puede ocupar –que le permiten ocupar− anota lo que ve y trata de entender −luego buscará información para atar los cabos sueltos−, pero nunca deja de intentar el diálogo –con gestos, si no hay palabras que sirvan de puente−, el juego, el baile.
Este libro puede leerse como un libro de viajes donde los paisajes y las situaciones están resueltos con pinceladas rápidas, inteligentes, bien elegidas. Y en el momento en que el lector curioso pide más, justo allí, Valenzuela ya lo está subiendo a otro avión y contándole que esta vez la historia se sitúa en el extremo opuesto del planeta. El interés –y muchas veces la sorpresa− de cada capítulo invita a la búsqueda de información adicional, de modo que el libro puede desplegarse en lecturas infinitas. Los lectores que resistan esa tentación, pueden dar con él una gozosa vuelta al mundo en un fin de semana.
Giới thiệu về tác giả
Luisa Valenzuela nació el 26 de noviembre de 1938 en Buenos Aires, Argentina. Trabajó como periodista en el diario La Nación en 1961. En 1969 obtuvo la Beca Fulbright para la Universidad de Iowa, donde escribió El gato eficaz.
Desde 1972 hasta 1974 vivió entre México, París y Barcelona, con una breve permanencia en Nueva York, donde investigó aspectos de la literatura marginal norteamericana como becaria del Fondo Nacional de las Artes. A causa de la dictadura argentina que le impedía realizar tanto su trabajo periodístico como el literario con normalidad, se exilió a EEUU donde permaneció durante diez años en los que fue Escritora en Residencia en el Center for Interamerican Relations y en las universidades de Nueva York y Columbia. Obtuvo la Beca Guggenheim en 1983.